Reflexiones antes del #2CSB

Por Emilienko

Algo ha cambiado este año en el Congreso de la Blogosfera Sanitaria, vosotros también lo sabéis.
Claro, que yo fui de los que estaba encantado de que a la misma mesa redonda se sentaran los grandes blogueros sanitarios españoles: todos juntitos y discutiendo acerca del sexo de los ángeles, que en este mundo de la blogosfera se resume en la pregunta de por qué diantres uno escribe un blog.
Hace un año estábamos tan contentos con nuestra mutua presencia, que dolió el comentario de Paco Lupiáñez, que criticaba nuestro ombligocentrismo en aquel congreso: dio justo en el blanco y nos hizo reconocer que debíamos hablar más de innovación y de iniciativas; que aquello era una reunión de pioneros en un terreno sin explorar y no una presentación de los actores protagonistas en el Comic-Con.
Durante el pasado año, con esa crítica pegada a nuestro subconsciente, los blogueros sanitarios españoles hicimos los deberes. Cada uno a nuestra manera: unos organizaron eventos de promoción dospuntocérica, otros promocionaron la formación en nuevas tecnologías, algunos se volvieron aún más claros, incisivos y concretos en sus críticas al sistema sanitario público y unos pocos organizaron útiles iniciativas participativas.
¿Y qué he hecho yo durante los últimos doce meses en el terreno 2.0?
En primer lugar, he madurado bastante mi visión respecto a la relación médico-paciente por internet: ahora soy mucho más precavido. Sé que la implementación de modelos digitales será inminente y que es posible que en muchas ocasiones echemos de menos estudios sobre la seguridad de la aplicación de estos sistemas. En segundo lugar, tuve la idea del Examen MIR 2.0; lo organicé lo mejor que supe y pude y pretendo hacerlo otra vez el año que viene con la ayuda de quien quiera colaborar.
No está mal. Estoy satisfecho.
Este año iré al congreso en Madrid; acabo de releer el programa. La oferta de actividades de este año es amplia y variada: decenas de iniciativas, ideas, talleres, ponentes,... Es difícil elegir, parece que al igual que yo todo el mundo ha trabajado mucho este año. Sin embargo, no puedo evitar una sensación: esa mesa de grandes autores donde cada uno contaba sus experiencias personales ya no tendrá cabida en nuestro congreso, el de los blogueros sanitarios. Este universo nuestro se ha expandido demasiado rápidamente como para contar con una mesa así.
Y un secreto entre vosotros y yo: por muy narcisista que fuera, ver juntas las caras de la foto de arriba fue lo que más me gustó del año pasado.
Foto por cortesía de la doctora Jomeini.