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Si hay un estilo decorativo que levanta cada día más pasiones, ese es el estilo nórdico, caracterizado por el uso de la madera como elemento decorativo más (e imprescindible). Sin embargo, en España hay un gusto muy acusado por la blancura, falladas encaladas, pueblos blancos enteramente –fundamentalmente en Extremadura y Andalucía- o con grandes lienzos de muro encalados.
Por eso una buena opción –y que me encanta- es combinar ambas tendencias creando un particular estilo nórdico caracterizado por el empleo de muros blancos y elementos de madera a la vista, principalmente en marcos de puertas, suelos o vigas en el techo. Si a vosotros también os agrada este estilo por la calidez, amplitud y luminosidad que desprende, ¡no dejes de leer!.
Tras los pasos de Harlan Georgesco
Como ejemplo tomaremos uno de los diseños más emblemáticos del arquitecto modernista rumano Haralamb H. Georgescu (también conocido como Harlan Georgesco), la Residencia Kearsarge, en Los Ángeles (Estados Unidos).
Externamente presenta un aspecto bastante “ochenteno”, con rabiosos colores en la fachada si bien desde un principio queda claro su predominio de la madera y el color blanco como elementos fundamentales que marcarán su estilo.
Otro elemento clave para este arquitecto es la luz. Y se obtiene a través de amplios ventanales, del color blanco y también del amarillo limón. Consigue así un aspecto limpio, luminoso y cálido. Pasemos al interior.
Dentro de la Residencia Kearsarge
La entrada es inmaculada, jugando con los muros encalados, combinados con suelo y techo de piedra, oscuros y brillantes. Una estilizada planta correctamente colocada marca el equilibrio entre ambos opuestos complementarios. El interior, en madera clara y amarillo se muestra cálidamente, invitando a entrar.
El cristal, el parqué del suelo y la madera siguen siendo las notas predominantes.
El salón distribuidor central se ha diseñado eliminando todos los elementos innecesarios, como muros de separación que han sido reemplazados por sólidos pilares recubiertos de madera de calidad. Nuevamente el blanco y el cristal predominan aumentando la sensación de ligereza a las estructuras y de amplitud a la estancia. El amarillo limón, acertadamente potenciado por puntuales iluminaciones, aporta calidez contrastada por la frescura de la vegetación que se deja ver por los amplios ventanales.
Líneas minimalistas par una zona de reposo.
La madera en tonos caoba aporta distinción y solidez. Por eso la combina con cristal transparente y líneas simples y definidas con el fin de evitar generar sensación de agobio.
La madera en tonos más oscuros que el suelo se combina con techos y paredes encaladas para dar mayor amplitud, así como electrodomésticos metalizados que actúan como espejos que aumentan la luz que entra por los enormes ventanales
Aspecto del cuarto baño impecable e impoluto conseguido con el empleo de ropa de baño en un estricto color blanco, espejos de grandes dimensiones y azulejos blancos. Sólidos muebles color caoba aportan ese punto de calidez. La ducha, con azulejo gris antideslizante ayuda a mantener la estancia limpia y segura.
La residencia Kearsarge, una bella combinación de estilo nórdico y moderno
Por todo lo descrito y visto en esta entrada, el genial arquitecto Haralamb H. Georgescu (que al ser rumano, las construcciones nórdicas las tenía asimiladas de manera natural) supo mezclar de manera brillante el estilo nórdico con el colonial de influencia española arraigado en California, añadiendo a todo ello una pizquita de modernismo. Como resultado, una genial combinación de impoluto cristal transparente, muros encalados, sólidos muebles color caoba y la luminosidad de toques rabiosamente amarillos con elementos metalizados. ¿El resultado?, un diseño tan atractivo que aún hoy día, un siglo después de su creación, sigue siendo referente de moda.
Fuente de las imágenes: cortesía de Unlimited Style Photography