El edificio es un objeto que representa una necesidad humana básica, la de refugiarse. Creado para proteger a los escaladores de las amenazas externas que puedan poner en peligro su supervivencia, se trata de un proyecto colaborativo entre estudiantes de la universidad de Harvard y OFIS Architects.
Las duras condiciones de viento y nieve requieren una respuesta concreta en cuanto a formas arquitectónicas. El cerramiento exterior tenía que realizarse en un material muy resistente con apenas mantenimiento. Los paneles prefabricados de hormigón con fibra de vidrio de bajo espesor (öko skin) fueron capaces de cumplir con los requisitos estéticos a la vez que soportar las condiciones climáticas extremas. Un material incombustible que representa una alternativa segura a los revestimientos tradicionales de madera.
El refugio se construyo en tres módulos prefabricados que fueron transportados en helicóptero y conectados in situ en un solo día. El triple acristalamiento, calculado para resistir las cargas de viento y nieve además de ofrecer unas vistas impresionantes de la montaña.
El interior, de madera natural, crea un ambiente cálido y acogedor. La esperanza es que el campamento sirva de refugio para todos los escaladores que lo necesiten.
Celia Méndez para Bfresh