Llevo un tiempito dándole vueltas al tema de las chocolatinas. Como bien sabes las suelo retirar en verano porque, aunque las envío por mensajería con entrega en 24 horas, no deja de hacer calor. Hace ya muuuuuuuuuuuuuucho tiempo (años, no te exagero si te lo digo) que propuse hacer botes con chuches. Tengo alguna foto de ellos en mi página de facebook, pero por una cosa o por otra no terminé de ponerme y de hacerle un diseño chulo. Pero ahora ha sido la oportunidad perfecta de nombrarlos los sustitutos. Porque no quería que el regalito para profes fuera algo típico, una chocolatina con un tarjetón... no no... ¡buscaba algo diferente!
Desde hace un par de semanas ronda en mi cabeza el qué y el cómo. Buscando el material, la combinación de colores, el packaging... Y hoy te traigo el resultado. ¡Espero que te guste!
Lleva una libreta para poder anotar cositas. Pequeña, perfecta para llevar en el bolso o maletín de trabajo y si quieres te la puedo personalizar por la parte trasera con un mensaje especial. ¿El por qué de estos colores? Normalmente trabajo con la gama de los pasteles... lógico porque me muevo en el mundo del bebé y de los peques. Pero para adultos he preferido buscar una combinación distinta. El tan de moda estilo nórdico ha sido mi inspiración y he jugado con el gris y el amarillo... ¡chillón! y los estampados chevron.
Y lo acompaña un pildorero de regaliz con tapón precintado y decorado a juego. ¿Las chuches? también en color negro, todo perfectamente conjuntado. ¡Ricas, ricas! Menudo olor que tengo en el despacho... ¡ñam!
Lo que más quebradero de cabeza me ha dado ha sido el packaging. Ya sabes que siempre voy más allá y no me quedo en una bolsita de plástico con un cierre arriba de cartulina. Intento que todo sea lo más especial del mundo. He pasado por varias pruebas, desde bolsas de papel kraft de desayuno muy monas con un cierre muy especial (pero que cuando me di cuenta entraba todo demasiado apretadillo) hasta por cajitas de cartón que no dejaban de ser unas cajas más... Pero fue el otro día cuando abrí uno de los cajones de la mesa del despacho cuando la vi... ¡y me di cuenta de que era la perfecta! Sí, esta cajita de acetato transparente a la que le he puesto un asa con un cordón negro de algodón. ¡Qué mona para que la lleven así los peques!
Y con una base de cartulina hecha expresamente para guardar la libreta y el pildorero de regaliz. ¡No se me pasa nada! Cierre en estampado de chevron gris y topper personalizado. Todo perfecto y en su sitio, ¿no crees?
¿Qué te ha parecido? Pues desde ahora mismo la tienes disponible en la tienda online (<-- click para ir); vamos con tiempo, pero mejor así... que luego vienen las prisas y llegan las madres mías que no he comprado nada :P
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