No es la primera vez que un bolso, o la moda más bien, se relaciona con el mundo de la política. Hace ya un par de años, el bolso que llevaba Angela Merkel marcó un antes y un después, creó como tendencia un naranja al que le era totalmente imposible pasar desapercibido. Pero no tenemos que irnos muy lejos para ver estas relaciones de moda y política, tampoco hace mucho que se puso en cuestión los regalos que recibía Rita Barberá, bolsos que costaban unos pocos de miles de euros. Hasta tal punto llegó la indignación de algunos partidos políticos y, por supuesto, el pueblo que se lanzó un código ético tratando este tema.
Ahora, recientemente celebrado el G8, se pone en cuestión que los miembros de este se hayan marchado de ella agasajados con un Mulberry. El que haya sido esta firma la elegida por el gobierno británico no me asombra en absoluto porque ya he comentado alguna vez que se trata de una de las firmas con mayor poder en el panorama actual.
La firma británica ha regalado a cada uno diferentes modelos, seguramente siguiendo una campaña de publicidad indirecta de la cual es una absoluta experta en la materia. Son muchas las personalidades que se dejan ver con uno de los modelos de bolsos de piel de dicha firma, incluso algunas celebridades como Lana del Rey o Alexa Chung tienen sus propios bolsos de piel.
Sea como sea, la firma británica Mulberry ha conseguido que cada miembro del G8 se llevase de recuerdo uno de sus bolsos. Digo que ha conseguido porque no tengo constancia de que hayan rechazado dicho regalo.
Angela Merkel, siendo la única mujer, recibió como regalo el bolso Picadilly de viaje en color negro y que ronda el precio de 1.300 euros. Los demás miembros obtuvieron como regalo el bolso de viaje Matthew en color marrón y con un precio de unos 1.800 euros. Todos ellos personalizados para cada uno de los miembros con sus iniciales.
Os dejo con las fotografías de los modelos Matthew y Picadilly de Mulberry.