Las telas que he usado son de esas que nos sobran de distintos proyectos, sin aparente relación entre ellas, pero combinadas con más tiento del que puede parecer. Es lo que yo llamo "patchwork imposible", y es mi favorito. Se usan retales sin conexión pero se unen sin que entre en juego el azar, pues la gama cromática va cambiando suavemente o bien buscando el contraste.
Las puntadas decorativas las he realizado por supuesto con la regla de bordado, la cual da mucho más juego del que en un principio pensé. Si bien siempre me pareció muy útil, la encontré un poco limitada. Está siendo con el tiempo cuando voy descubriendo sus amplias posibilidades.
Para el interior he usado un algodón en cuadraditos vichy de un color indefinido, entre granate y rosa. Mi gota como veis tiene bastante protagonismo en la parte delantera.
Quise hacer la funda más grande que la regla para que cupieran las instrucciones y otros apuntes que incluyó la mercería. Así lo tengo todo en el mismo sitio.
Os dejo una foto más donde apreciar los bordados y puntadas decorativas, mucho más bonitas al natural, como suele ocurrir.
Muchas gracias por vuestra compañía.