Para hacerlo correctamente nos sentamos en una silla, que será dura, y nos inclinamos hacia delante con los pies en el suelo.
Apoyamos los codos en los muslos. Mientras cerramos los puños y apoyamos la cabeza cerrando los ojos, (cómo la postura de la célebre estátua "el pensador").
Comenzamos a respirar de forma profunda, pausada, y nos concentramos en sentir cómo sube y baja el estomago al ritmo de la respiración. Seguimos inspirando y espirando durante 2 minutos y volvemos a abrir los ojos.
Nos incorporamos para, a continuación, desperezarnos con amplitud, como si viniéramos de un grato sueño.
Y para acabar realizamos una inspiración y una espiración profundas. O dos.
Mejor si podemos realizar los ejercicios ante un espejo, nos ayudará a sentir más conscientemente los estiramientos.