Thomas:
Te escribo porque no tengo el valor para verte a los ojos, perdona que deba marcharme a mitad de la noche y más aún cuando falta solo un mes para nuestra boda, sé que quizá estarás enfadado conmigo y ya no quieres saber de mí, porque si tú recibes esta carta significara que yo ya estaré muerta. Jamás tuve el valor para decírtelo pero Thomas, tengo cáncer, he sido lo más fuerte que he podido pero ya no aguanto más, no quiero casarme contigo porque nuestra vida juntos será muy corta, no puedo permitirme que tu cargues con mi sufrimiento cuando yo ya no pueda vivir más, tú me has enseñado un nuevo panorama de la vida, pero fue la misma quien nos hizo una mala jugada, no podemos estar juntos porque ya no tengo salvación y no puedo vivir a tu lado sabiendo eso, me darán un tratamiento en España con el que esperan pueda curarme aunque realmente las esperanzas son mínimas.
Gracias por haber sido lo mejor que me paso en esta vida y perdón si nunca te lo dije, agradezco al cielo que haya puesto esa ventana en tu oficina, aquella por la cual nos conocimos, doy gracias por nuestros dos años de noviazgo y más aún porque estuve a punto de casarme con el amor de mi vida, pero pido que entiendas que para estar contigo primero tengo que intentar estar bien, aunque si tu recibes esta carta, significara que estaré cuidándote desde donde sea que esté en el otro mundo. Cariño no olvides que te quiero con todas mis fuerzas y que aunque este muerta siempre estaré viva en tus recuerdos, tienes todo el derecho de ser feliz y de buscar a alguien más que cubra mi lugar y que lo remplace porque tú te mereces todo. Perdona si te cause daño, pero por favor, por todo el amor que existió entre nosotros perdóname. Te quiero con todas mis fuerzas.
Con cariño, Kiara.
Una lágrima resbaló por mi mejilla después de leer su carta, ella era el amor de mi vida y la misma vida me la arrebató, como no perdonarla si no fue su culpa, como no perdonarla si la quiero con toda el alma, como no perdonarla si la amo. Ella deseaba tanto dejar de sufrir, que la muerte se la llevó, le quito todo ese sufrimiento y sé que ahora ella está mejor y que allá donde quiera que esté, sabe que siempre la amaré.
Corregido por Magdalena.