Para hacerlo utilicé una bobina de cable de las grandes, esas que últimamente utilizo tanto para mis trabajos (aquí podéis verlos: reloj, sillas). Y ahora estoy con otro trabajo también con una bobina, pero eso será más adelante...
Tras lijarla bien y quitarle tanto la flecha (que justo iba en dirección contraria a la dirección de las agujas del reloj) como el nombre que no quería que se vieran (aunque tampoco me importó que quedara un efecto sucio), la limpié y barnicé con tres capas de barniz acrílico satinado.
Posterior, me dediqué a hacer las agujas. Este reloj no llevaría mecanismo. Se las hice con madera que después pinté en negro con esmalte acrílico.
Los números son de goma eva, los tenía guardados por si algún día los necesitara y me vinieron de maravilla...
Finalmente con unos folios hice una plantilla con mis iniciales (LcB) para hacerle un estarcido al reloj.
Y así doy por terminado el reloj de pared ya colgado en su lugar. Sencillo, bonito, sin adornos ni colorido. Simple, pero me encanta.
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Hasta pronto.