Además, Nuria queria regalar una tilda de comunión como la que había hecho, así que también me puse con ella (Hay otras dos en proceso).
Y ayer, mientras me tomaba un café, uno de mis vicios, miraba la lámpara de la mesa del teléfono, teñida en color roble y pensé: "¿Cómo quedaría en el tono piedra que tanto se ve últimamente?". Así que agarré el tarro de la imprimación, un par de manos, un par de manos de este color piedra y blanco a pincel seco. Y así luce ahora en mi mesa.
Espero que os gusten estos trabajos que yo no me canso de hacer.Hasta dentro de unos días.