El hígado es el que se ocupa de producir la bilis, la cual tiene unos componentes interesantes que son el colesterol, la lecitina y las sales minerales biliares. La bilis ayuda al estomago para hacer la digestión de forma optima, es especial en la digestión de las grasas en la parte superior del intestino delgado. Si no tuviéramos ningún alimento en el estomago, la bilis se deposita y concentra en la vesícula, para luego cuando la necesitemos pasar al intestino delgado.Por otro lado el exceso de colesterol produce diminutos cristales alrededor de los cuales se acumulan sustancias solidas formando los cálculos biliares, que son los que conocemos comúnmente como piedras biliares. Por esta razón para evitar el colesterol debemos seguir una cocina mediterránea. Cuando estas piedras adquieren un gran tamaño, estas pueden bloquear uno de los conductos biliares que conectan a la vesícula con el hígado y el intestino delgado, lo que produce dolores intenso, nauseas y vómitos.Para estas dolencias también existen remedios naturales y muy eficaces. Herviremos durante 3 minutos una taza de agua con una cucharada de una mezcla de hierbas que habremos hecho anteriormente, a partes iguales pondremos hojas de boldo, raíz de diente de león, semillas de hinojo y corteza de naranja amarga. Dejaremos reposar esta taza de agua y colaremos, tomamos 3 tazas al día tras las comidas principales y las podremos endulzar con miel de tomillo.
Otro remedio es tomar durante siete días, siete tazas al día de la mezcla que haremos con el zumo de medio limón a una taza de infusión de manzanilla. El limón hay que recordar que se usa mucho como aliño en la cocina mediterránea, así que es bueno para poder combinarlo.La infusión de menta es otro de los remedios, la tomaremos una hora después de las comidas del día. Esta infusión es beneficiosa porque estimula la producción de bilis y reduce los cálculos biliares.