Remedios varo: la artista de los sueños simbólicos

Por Redespress60

María de los Remedios Varo Uganda (1908-1963), pintora, escritora y artista gráfica surrealista, nació en Anglés (Girona) y creció en Madrid. Varo se convirtió en una de las primeras mujeres estudiantes en la Academia de San Fernando en 1924, con apenas 16 años..

Por Mercedes Pérez Ayuso

Durante esa época es asidua a la Residencia de Estudiantes, entrando en contacto con Lorca y Dalí, compañera de clase de este último. En 1932 vuelve a una Barcelona inmersa en un ambiente libertario y creativo y se integra en el grupo surrealista catalán Logiobofista. En 1937 se enamora del poeta surrealista Benjamin Péret, que la introdujo en el círculo íntimo de André Breton y se marcha con él a París. En 1940, la artista fue hecha prisionera por los alemanes y al año siguiente logra escapar con su marido a México, donde pasó a formar parte de un grupo de artistas e intelectuales exiliados, entre los que se encontraban Leonora Carrington, Gunther Gerzso y Esteban Francés. En 1952 se casó con un político refugiado austriaco, Walter Grün. Nunca consiguió vivir solo de su obra pictórica y tuvo que complementarlo con trabajos de ilustración gráfica y diseños de escenarios, vestuario teatral y muebles, aparte de la curiosa labor de falsificar cuadros. La artista española murió en México en 1963 de un ataque al corazón cuando solo tenía 55 años.

Remedios Varo se llamaba realmente María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga. Vino al mundo con una enfermiza salud y problemas cardíacos y con el peso de ser la que venía a remediar la muerte de una hermana. El nombre, Remedios, marca heredada de su rama familiar, tendrá unos efectos psicoanalíticos para ella, porque tendrá que vaciarlo de este significado y connotaciones para hacerlo suyo. Y eso lo conseguirá a través de sus obras oníricas e imaginarias, donde combina el dualismo siempre presente en sus obras entre lo científico y lo mítico, lo sagrado y lo profano. Remedios, adscrita al surrealismo, conoce también el psicoanálisis, estudia la alquimia y el esoterismo y todo lo traslada a sus cuadros de personajes sublimados y dotados de un cierto androginismo consciente, poblados de entes de ojos almendrados y apariencia etérea. Los símbolos y elementos ocultos, con claras alusiones a los Arcanos del Tarot, son presencia constante en sus pinturas con personajes que emergen de los colores en actitudes poco usuales: contemplativos, oníricos, pasivos portadores de una simbología extremadamente poderosa que invoca la magia, la imaginación y la mística, elevados a través de maquinarias que viajan a través de los cuatro elementos que a su vez se corresponden con las energías superiores del mundo simbólico, arquetipos en diversos planos de la realidad, a menudo tomando como base la figura femenina, mito primigenio de la creación, símbolo del origen natural de la belleza, la génesis y la regeneración, para representar estados mentales internos del alma mediante potentes sugerencias.

Remedios remedia el mundo femenino y a sí misma a través de sus obras, crea la mujer que fabrica una papilla de estrellas para alimentar a la Luna y utiliza profusamente los arquetipos por excelencia de Jung. En sus obras está presente el inconsciente colectivo que propicia la creatividad y permite la evolución psíquica como parte del evolucionismo que comparte toda la humanidad, partiendo de la interpretación onírica que comunica dichos arquetipos a través del inconsciente para aflorar al consciente a partir de una serie de imágenes, transposiciones, reconocimientos o experiencias comunes al género humano que despiertan asociaciones en los espectadores.

Remedios Varo también utiliza los Arcanos del Tarot en sus obras como la plataforma alquímica encriptada de arquetipos que sirven para desvelar el inconsciente para alcanzar el sí mismo por medio de la transmutación, extrayendo del inconsciente colectivo el simbolismo cifrado. El método utilizado es la intuición, pues no existe una división entre el espacio y el tiempo. La base fundamental para interpretarlo es la sincronicidad y una mente abierta para interpretar las proyecciones de nuestro inconsciente en asociación libre de ideas, base del psicoanálisis freudiano, que permite realizar el procedimiento de la catarsis, esos actos en los que se manifiesta la descarga del subconsciente (lapsus) a base de recordar, repetir y reelaborar después un larga cadena de asociaciones. El Tarot actúa como imagen de los sueños porque registra lo imaginario donde el sujeto identifica la imagen vista desde el punto de vista de lo que hoy conocemos como el Observador, similar a la prueba del espejo de Lacan, la neurociencia y los procesos cognitivos, la psicomagia de Jodorowsky o la percepción neuropsicológica que nos explica que el mundo que vemos es el que queremos observar para tomar conciencia. Si hablo de todos estos conceptos de la época de Remedios Varo, y de otros posteriores a ella, es porque la uniformidad de este pensamiento se ha visto confirmada en nuestros días a la luz de las corrientes cognitivas que construyen el conocimiento al ahondar en la forma en la que los seres humanos entienden la realidad en la que viven a partir de la transformación de la información que nos proporcionan nuestros sentidos.

Y esto lo transmiten las obras de esta pintora, más actual que nunca, porque el paradigma por el cual comprendemos su obra es un proceso que conlleva la modificación de los significados que la mente ha registrado de forma consciente al procesar la información, pero que el subconsciente reelabora o transforma utilizando los arquetipos con los que cada ser humano construye su propia "realidad" retroalimentándose con los de los demás para establecer, ahondar, mantener y adquirir los contenidos compartidos; esto es, el mensaje en sí mismo que se produce al manipular los símbolos sin interactuar con sus significados, porque esto ya lo hará el sujeto cuando procese la información (computación simbólica). Esto nos lleva a la autotranscendencia, una rama del cognitivismo relacionada con la creatividad y la capacidad del ser humano para gestionar sus emociones, lo que nos devuelve a la comunión con el Todo. Al crear interrelaciones traspasamos la realidad tridimensional, ya que los seres humanos estamos hechos de la misma materia que el universo, o dicho poéticamente de polvo de estrellas, por eso la conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado. Todo el universo está ocupado por millones de energías y la energía es una vibración que se sucede en el espacio y en el tiempo. Todos somos energía y estamos conectados. La vida es un continuo reciclar materia y energía y la obra de arte es la traducción de todo esto. Remedios Varo lo volcó en sus pinturas, en unos cuadros complejos llenos de mensajes que podemos descifrar si tenemos en cuenta las claves enunciadas y el concepto etimológico del que proviene el término hermenéutica: hermeneuo que puede traducirse como "yo descifro", la palabra tekhné que significa "arte" y el sufijo -tikos, sinónimo de "relacionado con".