Así, Renault pretende ayudar a estas tres escuderías que sufrieron varios problemas que no les permitieron aprovechar estas pruebas al máximo. En el caso de Red Bull, éstos tuvieron que abandonar el trabajo antes de tiempo. Por otro lado, Caterham aplazó su estreno y sufrió problemas mecánicos y para finalizar, Toro Rosso no se libró de quedarse parado en pista.
Los cambios, realizados por Renault durante la primera semana de test, podrán ser evaluados en esta nueva cita. Cada equipo tiene derecho a mandar un representante al circuito para que sea testigo del kilometraje de la nueva unidad de potencia. Además, las ideas de estos conjuntos son más que bienvenidas de cara a resolver los problemas.
Las normas de esta reunión no permiten superar los 100 kilómetros, siendo esta distancia completada utilizando neumáticos que no sea oficiales para los Grandes Premios, sino unas gomas de prueba que suministrará Pirelli. Además, el pilotaje deberá ser a velocidad relativamente reducida. Como colofón de esta cita, los de Enstone presentarán su monoplaza definitivo en un evento que tendrá lugar este viernes, día 7, a las 17 horas.