Cada una adecuó sus joyas al color de su vestido: en oro blanco y brillantes Angelina, y con piedras rubíes Jane Fonda, y esta última además también sus uñas.
Pensamos que uno de los puntos fuertes de este vestido es su forma, totalmente recta, asemejando una columna, marcando la cintura con cinturón. Por ello, y aunque Jane Fonda luce espectacular bien entrada en los setenta, damos el voto ganador a Angelina, cuyo cuerpo permite que la tela del vestido caiga sin ajustarse a él.