Rescatamos nuevamente a reyes del banquillo

Por Mamade7 @consindromedown
Como ocurre en muchas ocasiones a lo largo de la existenciade nuestros hijos con dificultades, somos los padres los que tenemos que dar los servicios que deberían ser prestados por los soportes educativos o sociales. Con gran esfuerzo y restando de otros necesidades de la familia,  que deben de esperar para mas tarde.
Teresa recibe 2 sesiones escasas de logopedia en el colegio, claramente insuficientes para ella. Seguramente es en el lenguaje donde mas se muestra su síndrome de down.
Por tanto, nosotros como padres decidimos que esas horas que faltan en horario escolar las recuperaremos aunque sea pagando los fines de semana.  Hemos tenido suerte y el viento ha soplado a nuestro favor. En los primeros momentos de búsqueda nos enteramos que no teníamos que salir fuera del municipio a buscar un logopeda. Patricia, aunque reside en Madrid realizando sus funciones de logopedia en el Colegio de Educación Especial Dionisia Plaza, viene cada 15 días a ver a su familia. El mismo colegio ya tenia conocimiento de sus servicios a domicilio, porque llevaba un tiempo trabajando con otra niña del centro.
En las primeras sesiones Patricia se "hizo" con nuestra chica con SD, pero llego un momento que Teresa dijo basta y era imposible continuar por la falta de colaboración de la niña. 
Entonces comente a la "profe" que ya en una ocasión tuvimos que acudir a Reyes  para que las sesiones de estimulacion fueran mas efectivas. Por tanto, volvimos a rescatar del banquillo a la pequeña de la casa y colocarla de titular. Una suplente de lujo que hace que todo funcione correctamente de nuevo. Porque así ha sido desde entonces. Reyes permanece en las clases de logopedia con la protagonista de este diario. Para ella es un juego al que acude contentísima y con gran responsabilidad. Ademas muy positivo porque a la vez que ayuda como ella ni se imagina a su hermana con SD,  a ella también la corrigen su dicción. Por tanto un 2x1.
Que haríamos sin la familia. Que harían nuestros hijos sin sus hermanos, tan imprescindibles para su desarrollo y estima.
Pequeños grandes esfuerzos que tenemos que hacer las familias que tienen hijos con dificultades. El día a día no es fácil. Numerosas chinitas en el camino hacen a veces que este sea un poco intransitable. Pero es que la recompensa es tan grande que merece la pena.