Víctimas de Murphy # 4
Miriam Meza
Todavía no sé a quién culpar.Solo sé que después de ese mensaje las cosas no volvieron a ser iguales.Él era un extraño, y yo me sentía sola.Nuestra conexión se volvió adictiva, y me hacía olvidar cosas en las que no debería pensar.Hasta que choqué con la realidad,…¿O sería con Murphy?
¿DESTINO?
No es algo en lo que creyera. Pero por más que luchaba contra mi atracción por ella, el universo seguía poniéndola en mi camino.Es posible que Cupido se haya equivocado, ¿pero y si no?Ahora solo tengo que demostrarle a Ruth mi teoría.
** El 10% de las ganancias generadas por las ventas de este libro serán destinadas a la organización sin fines de lucro Invítalo a Comer (en Instagram @invitaloacomer), un voluntariado para llevar comida a los niños de la escuela Fe y Alegría de El Viñedo, en San Vicente (estado Aragua, Venezuela).
En esta ocasión, un teléfono y alguien que es “descuidado” con la tecnología, al perder toda su información de su celular y que le han prestado uno, pues terminará comunicándose con alguien por “accidente” y comienzan a tener una charla rara, divertida… rara, muy rara en realidad que incluso entre ellos que en un principio les puede fastidiar, es que terminan necesitando esas platicas por muchas razones, y aunque nosotros como lectores sabemos desde el principio quienes se comunican de esta manera, me gusta la forma en que se van conociendo y relacionando… necesitandose, y más que ya sabemos que ahí hay algo de atracción o tensión sexual, así que es lindo ver, cómo sin que ellos lo noten, ahí va naciendo algo.
Quizá uno de los problemas que tuve con esta lectura, fue quizá que él, Ignacio a veces lo veía mucho más joven de lo que creo que es (con mi mala memoria no sé si dice la edad), pero dadas algunas referencias de cómo se llaman o decían entre los personajes, me puedo dar una idea , pero había momentos en que lo sentía un poco más como adolescente, y ella, Ruth, es que me gustaba esa bipolaridad que tenía en su forma de ser, en ocasiones era como muy decidida y en momentos parecía muy desprotegida… y en este aspecto es un gran acierto de la autora de no hacer personajes que son perfectos y sin defectos, hace personajes creíbles, casi reales que no dudaría que por ahí existieran, y al hacerlos tan reales, es fácil poder caer en sus redes y encandilarnos con su historia, que no queremos parar de leer hasta terminar.
Supongo que Miriam, se divierte escribiendo sus novelas mucho, y lo dijo, porque vaya con los títulos de los capítulos que le gusta usar en sus novelas (específicamente hablo de las dos que he leído de Las Víctimas de Murphy), aunque podemos imaginar lo que encontraremos en las siguientes páginas, lo dice de tal manera que son imperdibles esos títulos, aparte que me encantó que hay una imagen que es como comienza el capi y hace alusión, ilustrando la actividad que tienen nuestros protas.
Hablar de la historia o contarles más detalles es que entraría en spoilers, algo que en verdad deberían descubrir ustedes la historia y los personajes, porque les apuesto lo que quieran que es una historia divertida, romántica, bien hilada, con una pluma muy fácil y ligera, con personajes reales y bien perfilados, donde encontraremos una trama entretenida, dinámica y que el que la “conexión” o la forma de relacionarse entre Ruth e Ignacio sea por mensajes, ayuda muchísimo a meternos en la novela y disfrutarla desde el principio hasta el final. Narrada en dos voces, en primera persona y tomando en cuenta que muchos de los diálogos es en “mensajes”, tenemos un lenguaje ligero, desfachatado, que ayuda mucho en la lectura y que pasemos página tras página sin siquiera notarlo. Las personalidades de los personajes, a pesar del detalle que mencioné del comportamiento, creo que son muy buenos, incluso, como hacen referencia a muchas cosas, al entender la mayoria hice que se me hiciera mucho más divertida la trama a pesar de serlo ya.