-Autor: Carlos García Miranda
-Sinopsis: El tren que lleva a los estudiantes de Conexo a esquiar descarrila al atravesar un túnel en las montañas. Eva, Noel, Sabina, Gabi, Ana y Sam son los únicos supervivientes. Pero nadie acude a rescatarlos. Y es que en Conexo hay seis chicos idénticos a ellos ocupando su lugar... ¿Por qué están duplicados? ¿Qué ocurrió realmente en el túnel de la montaña? El grupo tendrá que resolver el rompecabezas antes de que el mundo colapse por su culpa.
La historia comienza con un vídeo de YouTube (no lo busquéis, que no existe) que se narra lo que pasó minutos antes del accidente de tren en Conexo. En este viajan alumnos que se dirigen a hacer un viaje de esquí durante las vacaciones de Semana Blanca y uno de ellos es el que graba y recoge las imágenes que demuestran las causas del accidente. Lo grave empieza cuando una de las chicas que viaja en el tren recibe este vídeo momentos antes de que pase, lo que provoca que ella intente evitar -sin éxito- el accidente. Cuando vuelven en sí, Eva, Noel, Sabina, Sam, Gabi y Ana se encuentran solos y descubren que el tren en el que viajaban ha desaparecido. Despúes de algún misterio, consiguen llegar a su pueblo natal, Conexo, donde descubren que seis personas idénticas a ellos están ocupando su lugar. Los protagonistas empezarán a investigar lo ocurrido con los peligros que eso conlleva...
- ¿Qué pasa? ¿Ya hemos llegado?- le preguntó Noel, somnoliento.
-Acabo de ver un vídeo...
Eva sujetaba la tableta electrónica en las manos. No le quitaba la vista a la pantalla.
-¿Y me despiertas para eso?- protestó Noel.
El chico despegó la cara de la ventanilla, golpeada por el granizo de la tormenta.
-Acabo de ver un vídeo del accidente de tren en el que vamos.
Solo con ver la sinopsis de Conexo ya tenía unas ganas locas de leerlo. Tenía bastantes esperanzas puestas en este libro y Carlos García Miranda ha conseguido alcanzarlas, e incluso superarlas, con éxito. Sin duda ha mejorado como escritor, ya que esta es su segunda novela (la primera fue Enlazados). Debido a su profesión de guionista ( El Internado y Los Protegidos, entre otras), el autor continúa con un estilo ligero y muy visual que hace que el lector se meta de lleno en la novela, viendo lo mismo que los personajes. A pesar de los abundantes diálogos y descripciones, el ritmo fluye sin darte cuenta. Además, el narrador no es omnisciente, por lo que irás desvelando el misterio a la vez que los protagonistas.
- ¿Qué pasa? ¿Ya hemos llegado?- le preguntó Noel, somnoliento.
-¿De verdad me estás diciendo que sacaron todo un tren probablemente lleno de muertos? ¿Que no se enteraron de que estábamos en un vagón contiguo, apenas a unos metros? ¿Qué no lo vieron?
-¿Y qué prefieres creer? ¿Qué nos hemos vuelto locos? ¿Qué estamos muertos?
Igualmente, Carlos G. Miranda utiliza la dosis necesaria de misterio en cada uno de los 48 capítulos además de plot twists que te dejarán con la boca abierta y harán que quieras seguir leyendo hasta llegar a la útima página.
Otro aspecto que me gustaría destacar es el uso de referentes culturales (libros, películas y canciones) sin calzador. Lo remarco porque en muchas ocasiones los autores se empeñan en mencionar obras literarias y musicales de una manera muy forzada que llega a incomodar a la hora de leer el libro, pero este no es el caso.
El autor ha sabido mezclar un vocabulario juvenil (" espabilao") con el uso de la tecnología (el sistema tuits y vídeos con comentarios en YouTube) y con teorías científicas que no voy a desvelar pero que hacen que te pares un momento a pensar si podría ser cierto lo que se cuenta en la novela.
[...] Se disponía a empalmar el cable azul y el amarillo, pero se detuvo. Tenía un déjà vu en la cabeza, pero no conseguía recordar de qué trataba.
En cuanto a los personajes, están bien esbozados cada uno de ellos aunque caiga en los tópicos, pero en este caso están justificados para diferenciar claramente las personalidades que tienen.
A pesar de algún error en la corrección, como cambio de nombres o signos de puntuación y letras que faltan (que seguro que desaparecerán en las siguientes ediciones), he disfrutado muchísimo esta obra que, como ya he dicho, te mantiene enganchado hasta la última página.
No quiero terminar la reseña sin darle mi enhorabuena a Carlos García Miranda por escribir un libro juvenil que se sale de los temas normales que suelen tratar las novelas de este género además de felicitarle por el capítulo más original que he leído en mi vida (el 21, a partir de la página 214 para más señas). Para mí ha sido de lo mejor del libro.
Nota: 9/10
Como guinda del pastel, el autor ha creado una lista en Spotify con las canciones que se mencionan en su libro. Podéis escucharlas aquí abajo:
Solo me queda añadir que la editorial francesa Pocket ha comprado los derechos para publicarla en 2016 y que podéis leer los artículos de opinión que escribe en el Huffington Post aquí.