Esta es la extraordinaria historia de amor de Clare y Henry, que se conocieron cuando Clare tenía seis y Henry treinta y seis, y que se casaron cuando Clare tenía veintidós y Henry treinta.
Imposible pero cierto, pues Henry sufre de una rara enfermedad que hace que su reloj genético se reajuste periódicamente y él se encuentre a sí mismo arrastrado de repente a su pasado o a su futuro. Frente a esta fuerza que ellos no pueden ni prevenir ni controlar, la lucha de Henry y Clare por llevar una vida normal es intensamente emotiva y enteramente inolvidable.
Compre este libro de cinco sobre cinco en el aeropuerto de Colonia, este verano en Alemania, cinco horas antes de que mi vuelo saliese hacia España. Hoy, habiéndolo terminado, doy gracias al momento en el que el azar, en el gran esquema de todo lo que compone le universo, hizo que lo comprase. He tardado más de cinco meses en terminarlo, pues lo empecé en el vuelo de vuelta, porque tuve un parón de casi cuatro meses. ¿La razón? Cada vez que abría el libro no podía evitar llorar, estuviese donde estuviese, automáticamente, al menos desde que "adiviné" el final del libro, en cada página la emoción era demasiado.
Como experta amante de libros que soy, siempre he pensado que ningún libro está lo suficientemente por encima del resto como para ser mi favorito. Anoche cuando lo terminé, en las tardías horas de la madrugada, poco antes de que el mundo empezase a funcionar, me pregunté si no sería este el libro elegido, aquel que destacaría por encima de todos los demás libros que he leído a lo largo de mis diecinueve años; y es que pocos libros han marcado tanto mi vida.
El ritmo que Niffenegger imprime a su novela hace de esta un <="" span="">, más sin embargo, ligero y de lectura fluida. El libro, dividido en tres partes, reparte la historia entre Clare y Henry, contándola desde sus puntos de vista y anotando la fecha en la que se encuentran y las edades de ambos, cosa que resulta útil cuando Henry puede pasar de estar con la Clare del presente a estar con la Clare del pasado.
Si tuviese que decir algo que no me ha gustado, bajo amenaza de muerte, diría que el final, y aún así, sería una vil mentira. He sufrido con Henry y Clare hasta límites insospechados con ese final y aún tengo los ojos hinchados por haber llorado tanto. Odio a esta mujer por escribir una historia tan jodidamente buena y darle ese final al que no voy a adjudicar ningún adjetivo por no estropeároslo.
Si es necesario que diga algo más para convenceros de que lo leáis, es esto: Me doy cabezazos contra la pared por haber tardado seis meses en leerlo, que eso no os frene, pues tened en cuenta que lo he leído en inglés y eso siempre me frena un poco. No sé cómo he podido vivir sin este libro.