Este obliga a competir entre ellos a Sage y a otros tres huérfanos por el trono, aprovechando que todos los miembros de la familia real han sido asesinados, excepto el desaprecido príncipe Jaron, al que dieron por muerto hace cuatro años.
El plan de Connor es hacer que uno de los huérfanos se haga pasar por Jaron y evite así una guerra civil debido al vacio de poder. Sin embargo, la vida y el corazón de Sage están en las calles, donde es libre y no tiene que fingir.
¿Qué puedo decir de una novela tan, tan, tan buena? Para que os hagáis una idea de lo buena que es, Alfaguara se ha permitido el lujo de editarla en tapa dura. ¡Tapa dura! ¡Alfaguara edita en tapa dura! Muy seguros tienen que estar para subir el presupuesto de ese modo, ¡si hasta tiene un mapa! No veia en mi casa un libro de Alfaguara en tapa dura desde que terminó Ghostgirl.
El ritmo de la narración aumenta en un crescendo vertiginoso que hizo que leyese hasta terminarla al amanecer. Eso sí, es una de esas novelas de saborear, no sé si me explico: aunque al principio el texto es lento, desde la primera página es rico y está muy trabajado.
Además, El falso príncipe ofrece acción, emoción, misterio y aventuras por doquier. Con tanto elogio os preguntaréis qué no hay... os lo diré. No hay amor. Ninguna historia de amor, lo cual ha sido de lo más refrescante. Si estás un poco saturado de JR y te gustan las intrigas palaciegas y las competiciones a muerte, este es tu libro. Y no olvidéis vitorear... ¡larga vida a El falso príncipe! Si quieres seguir leyendo, visita Librohólic@s. :)