Alexandra Risley
La enfermedad que ha acompañado a Laurel desde la niñez es un secreto a voces en el seno de la alta sociedad británica: una mezcla insólita de inocencia, egocentrismo, inadaptabilidad a las normas sociales más elementales y el temperamento de alguien que ha sido poseído por el mismísimo demonio. Su locura es la agonía de su madre, la razón de la apatía de su padre y, más recientemente, de las burlas crueles de su marido.
Luego de su matrimonio de “conveniencia mutua”, Laurel ha sido arrojada a una vida que no le pertenece, pero que al menos le permite dar rienda suelta a sus excentricidades. No obstante, esa vida se verá truncada una vez se convierta en la única testigo de un crimen.
La amenaza de ser internada en un manicomio le obligará a luchar en contra de sus más terribles miedos, y un viaje forzoso la llevará a través de senderos desconocidos, de sentimientos novedosos y de la posibilidad de descubrirse a sí misma a través del amor.
Alexandra Risley vuelve a desnudar la Inglaterra victoriana, paseándonos por el inextricable mundo de la mente femenina donde la histeria, la esquizofrenia y otros males que ni siquiera conocían nombre son los enemigos a enfrentar.
A pesar que fue una recomendación, es que no iba con grandes expectativas debido a que no suelo leer mucho de este género, pero en realidad tenía mucha curiosidad por conocer a esta protagonista que padece síndrome de Asperger, algo que se me hace muy atrevido o mejor dicho arriesgado debido a que poner a alguien tan diferente y complicado como protagonista es muy difícil encontrar a autores que se atrevan a hacerlo, conocer a Laurel y su comportamiento poco social, evasivo, es la carta fuerte de esta novela. Ella a pesar de su belleza y que muchos la desean, al final no es lo que se espera en esa época en nadie, desde su infancia la han catalogado como loca, y aquí mi admiración para la autora y a la vez me da un poco de pena que a pesar del tiempo transcurrido y sí, sé que esto es ficción, en la vida real, seguimos segregando a personas con este padecimiento o parecidos, así que no está muy alejado de la realidad.
El síndrome de Asperger que sufre Laurel me parece que está muy bien contado en la trama y nos da la oportunidad de poder conocerla y entenderla, ir descubriendo su personalidad a través de todo aquello por lo que ha pasado y sufrido, su vida no fue fácil, ya que alguien que no sigue las normas, no se comporta como debería hace que empatices con ella y le tomes cariño y sí, también sientas pena por ella. Sin duda el sol en esta novela es Laurel, y aunque hay personajes que odiaras hasta límites insospechados por todas esas injusticias y actos deleznables que realizan, y aunque son necesarios y Colin que quizá esperaba un poco más de él es que es completamente eclipsado por la gran personalidad de nuestra protagonista.
Con diferentes voces durante toda la narración debido a que muchos tienen la oportunidad de contarnos su parte de la historia es que me gustó que no nos centraramos solo en nuestra chica y le da más ritmo a la lectura.
Tomando en cuenta la personalidad “diferente” de Laurel y que rechazara un tanto por su crianza y maltrato recibido desde la infancia y gran parte por su padecimiento, el que se fuera abriendo y confiando en Pippa, Colin y Dorothy, es de las cosas más lindas que he leído.
En general me ha gustado, a pesar de algunos peros que le he puesto y sip, creo que es una novela que recomendaría sin ningún problema.