Pero como la mayoría de cosas de la infancia, esta afición empezó a disminuir, hasta quedar un tanto relegada. Algunos años después, fui con mi madre a ver una película que a ella le había llamado la atención. Pese a que no era una adaptación de la serie (más bien se trataba de una especie de continuación), ver nuevamente a quién fue uno de mis personajes favoritos de mi niñez en la gran pantalla, con el mismo carácter aventurero y pícaro de siempre hizo que se reavivara esa sutil adoración que sentía por el Zorro.
¿Y a qué viene tanto palabreo? Pues a que me es imposible hacer una reseña objetiva de un libro que me encantó y temo que hoy me dejaré llevar por la emoción de haber terminado una novela de aventuras (y desventuras) tan bien narrado como hace tiempo añoraba. Tanto como si han visto la serie que Disney estrenó en 1957 o las películas protagonizadas por Antonio Banderas o incluso si no sabes nada de este casi mítico personaje, te recomiendo absolutamente que leas el libro de Isabel Allende.
A los quince años, su padre decide que es hora de enviarlo a España a estudiar en un buen colegio. Emocionado, se embarca junto a Bernardo en una travesía que cambiará su vida, convirtiéndole en un ser con dos personalidades. En Barcelona comparte aulas con los nobles distinguidos de la ciudad, aprende esgrima con uno de los mejores espadachines del mundo, conoce lo que es el amor y se enfrenta por primera vez al mundo real. Diego se da cuenta den que la injusticia es cosa de todos los días y que por sí sola no va a cesar. Cansado de ver tanto oprobio, decide ser él quién vengue a los humillados. Así se convierte en El Zorro, un personaje que va evolucionando tanto en carácter, ideología y técnica como perfeccionando su disfraz de enmascarado y volviéndose el terror de los militares.
Antes de irse, el joven preguntó a su madre por qué había escogido el nombre de Diego para él. - Así se llamaba mi padre, tu abuelo español: Diego Salazar. Era un hombre valiente y bueno, que comprendía el alma de los indios […] ¿Por qué me lo preguntas? – replicó ella - Siempre tuve curiosidad. ¿Sabías que Diego quiere decir suplantador? - No. ¿Qué es eso? - Alguien que toma el lugar del otro – explicó Diego
Pero ahí no queda la historia. Lo que les he contado es tan solo un resumen muy superficial para que vean de qué va la cosa. La historia completa es emocionante, que te deja en suspenso por momentos y en otro te hace mordisquearte la uñas por la tensión. Diego regresa a California (no sin antes pasar una serie de poco afortunados sucesos) dispuesto a convertirse en El Zorro tantas veces como se requiera. Eso le acarreará uno que otro problema - algunos de más riesgo que otros - que deben descubrir por ustedes mismos.
Con este libro, Isabel Allende nos relata los orígenes del paladín enmascarado con una prosa magnífica, un ritmo perfecto, una historia que si bien es más ficticia que real, cala en lo más hondo y te deja con ganas de más. Como ella misma dice, ha creado a un héroe aventurero de corazón romántico, capaz de desvivirse por la sonrisa de una doncella como de pelear fieramente por defender sus ideales. Hay de todo para todos los gustos: escenas románticas pero sutiles, aventuras a raudales, tensión en cantidades justas, tristezas, risas y reflexiones, así que no hay excusa para perderse una obra magnífica e hilarante.
Puntuación
El Zorro: comienza la leyenda
Isabel Allende
Editorial DeBols!llo
416 páginas
ISBN: