Lizzie Quintas
Cuando el amor golpea nuestra puerta, no mira si somos felices, si estamos rotos por el dolor más profundo o simplemente con una robusta coraza que cubra las cicatrices que queremos evitar a toda costa, simplemente llega de manera inesperada arrasando con todo lo que encuentra a su paso. Maika trata de recuperar las riendas de su vida y borrar de su memoria y de su corazón al hombre que lo ocupa, su compañero de trabajo, Lucas. Mientras este, por su parte, se siente dubitativo ante los sentimientos que lo embriagan desde que conoció a Maika. Un continuo acercamiento para acabar repeliéndose, como el aceite al agua.
¿Llegarán a fusionarse o se separarán inevitablemente? ¿Podrá unirlos definitivamente ese destino traicionero que tantas veces ha jugado con ellos, como marionetas a las que mover con sus hilos?
Es como dije una historia muy normalita, sencilla y hasta real me atrevo a decir, una historia que quizá (no exactamente), muchos ya hemos vivido algo parecido en algún momento de nuestras vidas. A pesar que en ocasiones las relaciones de tira y afloja llega un momento en que me cansan, curiosamente esta vez no ya que es lo que hace que podamos ver y conocer todas esas relaciones que Maika (que por cierto me encantó este nombre), tienen con su madre y sus amigas que son muy estrechas y creo que es uno de los puntos fuertes de la historia ya que al final van más allá de que sean solo para la fiesta, ya que son sus confidentes, su hombro para llorar y quienes la levantan cuando siente su mundo desmoronarse.
Maika es una chica fuerte en algunas cuestiones, pero llena de prejuicios que hacen que sea indecisa más veces que las necesarias, con un gran corazón y miedos, pero que conforme va avanzando la historia, ella va madurando por todos los golpes que le ha dado la vida, pero sigue teniendo un corazón de pollo que es imposible no tomarle cariño.
Lucas y David, son como el agua y el aceite. Ellos se encargarán de complicarle la vida a Maika en más de una ocasión. Lucas es atractivo, sencillo, demasiado bueno, pero tiene novia, en cambio David es más infantil, más obsesivo y no siempre hace lo mejor o lo correcto.
Lizzie Quintas nació en Ourense en marzo de 1989. Desde su tierna infancia descubrió el mundo de los libros, soñando con miles de mundos. Desde pequeña se dio cuenta de la facilidad de escribir y sus redacciones e imaginación en el colegio, dando lugar a descubrir su vocación como escritora. A los quince años escribió Amor predestinado su primera novela y que forma parte de una trilogía que publicó en septiembre de 2014, iniciando así su carrera como escritora. Desde ese momento no ha parado de escribir ha participado en el libro treinta relatos y un poema, en la antología Amor de verano y en la antología La vida es bella estas últimas con fines benéficos. Ha publicado relatos en la revista digital Anescris y amigos, haciéndose cargo ahora de una sección de entrevistas. La radio Acapulco de México ha leído varios relatos de Lizzie, llegando así a cruzar el charco.
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