Marisa Sicilia
Y es que si estás soltera, tienes treinta años y demasiado tiempo libre, y además los hombres de Carsons piensan que eres puritana, impertinente y molesta, no es que haya muchas perspectivas de que las cosas cambien, ni Felicity está dispuesta a alterar su modo de comportarse para conseguir un marido. Pero si un irlandés atractivo, peligroso y reclamado por la justicia se cruza en tu camino y pone todo tu mundo del revés, ¿qué otra cosa puedes hacer más que dejarte llevar por él?
En esta ocasión encontré algo diferente a lo que Marisa me tenía acostumbrada, ya que aunque sí tiene su drama y eso más que nada por el Sheriff, es una lectura muy ligera en la que encontramos un relato romántico, dulce (pero en su justa medida), cargado de humor que se desarrolla en el Lejano Oeste, donde une a polos opuestos (en serio, totalmente opuestos) que son Felicity McIntyre que en pocas palabras es la chica ejemplar en todos los aspectos (buena chica), un poco impertinente debido a que siempre tiene algo que decir aunque nadie le pida que lo haga y acostumbra a dar sermones a diestra y siniestra lo que le ha hecho cierta fama, que estando precisamente en esto, es testigo de una disputa entre el sheriff y Tom Rafferty, el chico malo que está huyendo de la justicia y que al estar en el lugar y hora equivocada, Felicita es su boleto de salida de ese embrollo… lo que ambos nunca imaginaron es que estas decisiones, les cambiaría la vida, metiéndose en un gran lio donde lo que menos les preocupaba es el precio por la cabeza de Tom, sino lo que está sucediendo entre ambos.
Quizá podría sonar como una historia muy cliché, no lo voy a negar en el aspecto que es la chica respetable del pueblo que se engancha con un forajido, pero la autora tiene esa gracia que a la hora de escribir (aparte de que lees en una sentada ya que la novela que es corta, muy corta o así la he sentido), te hace sonreír como boba mientras vas leyendo lo que sucede entre ellos dos y te crees sin problema alguno la situación a pesar de que avanza muy rápido, pero le da su tiempo a cada cosa y no es tan precipitado el desarrollo como se pudiera creer, y te vas enamorando al mismo tiempo que ellos de la historia y por supuesto de los personajes.
No soy muy fan de novelas cortas (o relatos) debido a que casi siempre me queda un sin sabor, o porque me gustó mucho la historia y se me hizo insuficiente o que es tan corta que siento que nunca despejó o corrió demasiado para terminar, pero creo que la pluma de Marisa tiene ese don que te da la dosis correcta de lo que está buscando y en tan pocas páginas nos ofrece una novela entretenida, romántica, llena de acción, aderezada con un poco de humor… que más se puede pedir???
Por cierto, este era al principio un relato corto [que cuando le pidieron que lo extendiera lo hizo (yeah)] y Marisa la convirtió en una novela corta, pero si tienen curiosidad de leer el relato original ella misma lo ha compartido en su blog y lo pueden leer AQUÍ.
Ha sido finalista durante dos años consecutivos del Certamen Vergara-Rincón de la novela Romántica con sus novelas La dama del paso y El juego de la inocencia.
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