Reseña literaria En el círculo del tiempo, Margaret J. Anderson

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial SM

En el siglo XXII, los cambios climáticos sufridos por la Tierra han derretido los casquetes polares y alterado la geografía del planeta. Todas las ciudades costeras acabaron sepultadas bajo las aguas, y lo que antes era Gran Bretaña se convirtió en una isla mucho más pequeña, de clima suave y benigno. Por otro lado, la falta de combustibles fósiles, agotados desde mediados del siglo XXI, trajo consigo el derrumbe del mundo tal y como lo conocimos y la llegada de una época de barbarie en la que las personas tratan de sobrevivir como pueden de los restos de una tecnología extinta. Pero entre esta desolación, la naturaleza vuelve a brotar con fuerza, y con ella, una vuelta a los orígenes y una nueva oportunidad para el ser humano; así, surgen comunidades de gente amable, totalmente contraria a la violencia, que vive en armonía con el mundo y con sus semejantes.

Este es el futuro que nos plantea la novela En el Círculo del Tiempo, de Margaret J. Anderson, y resulta llamativo porque estamos hablando de un libro escrito hace treinta años, pero que ya vaticinaba las grandes preocupaciones de nuestro tiempo. Fue publicado en España por la editorial SM en 1986, pero ahora, cuando hablamos precisamente de los peligros del cambio climático, de la necesidad de buscar energías alternativas o de la paradójica incomunicación y falta de empatía provocada por nuestra tecnológica sociedad globalizada... este libro no puede leerse, a no ser que encuentres algún ejemplar perdido en una biblioteca o en alguna librería de ocasión, porque fue descatalogado hace ya algunos años.

Su autora, Margaret J. Anderson, no se ha prodigado mucho en su larga trayectoria literaria, y su obra oscila entre la ficción y la no ficción. En el Círculo del Tiempo forma parte de una trilogía y, curiosamente, se trata de la segunda entrega. Ni la primera (In the Keep of Time, 1977) ni la tercera (The Mists of Time, 1984) fueron publicadas en España. Sin embargo, otro de los títulos de la autora figuró también, durante algunos años, en la colección El Barco de Vapor: El viaje de los hijos de la sombra, publicado en 1985, y actualmente también descatalogado.

Pese a su temática, este no es exactamente un libro de ciencia-ficción. Los viajes en el tiempo no se realizan gracias a tecnología super avanzada ni a máquinas extraordinarias, sino a una fuerza mística e incomprensible que parece estar ahí desde hace miles de años. En realidad los protagonistas, Robert y Jennifer, son dos niños que viven en un pequeño pueblo escocés a finales de los años setenta. Cerca del pueblo, en el páramo, se alza un misterioso círculo megalítico que los lugareños llaman “las piedras de Arden”. Y allí, cuando la niebla se alza y los sonidos del páramo enmudecen, el Círculo del Tiempo se activa y conecta con otra época, doscientos años después. Robert y Jennifer llegan allí por accidente y se ven arrojados a un mundo que no comprenden, un mundo tan extraño que no parece el suyo propio. Tendrán que ganarse la confianza de la gente de allí, huir de los bárbaros y aprender a sobrevivir mientras buscan la manera de regresar a casa...

En el Círculo del Tiempo conecta, como las piedras de Arden, dos épocas muy distintas: por un lado, la Escocia de hace treinta años, cuando fue escrita la novela y la mayoría de nosotros todavía no habíamos nacido; por otro, un hipotético futuro en el siglo XXII, tan diferente a lo que la ciencia-ficción suele presentarnos que no parece que estemos en el futuro, sino en alguna extraña realidad alternativa. Y, pese a ello, esta novela engancha perfectamente con el lector actual, por varias razones: primero, porque se trata de un libro de aventuras que no puede dejar de leerse una vez se ha empezado; segundo, porque, como las buenas novelas de ciencia-ficción, plantea interrogantes que afectan a nuestro presente y a nuestro futuro, y nos hacen pensar; y, por último, porque, como todas las buenas novelas, habla también de temas universales. Así, podemos sentirnos identificados con el deseo de Robert de hacer con su vida algo distinto a lo que se espera de él; con la angustia de Jennifer, cuando empieza a creer que jamás podrá regresar a casa; con el proceso de crecimiento interior de los personajes a medida que van descubriendo que el futuro tiene muchas más posibilidades de lo que jamás habían imaginado... en definitiva, con la búsqueda de unos jóvenes que tratan de encontrar su lugar en un mundo que les resulta extraño.

De modo que, si tienes oportunidad, viajero en el tiempo, date un paseo por las piedras de Arden poco después del amanecer. Puede que tengas suerte y este misterioso monumento prehistórico te muestre un atisbo de un futuro lejano... aunque, claro... quizá, si lo haces, descubras que no quieres regresar.

(Libro reeditado por Homo Legens en 2009)