Reseña literaria Estirpe Salvaje vs. Montaraces, Montse de Paz, John Flanagan

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Espasa, Alfaguara

Acaban de aterrizar en las librerías dos títulos muy recomendables para los jóvenes amantes de las historias de aventuras y acción: Estirpe Salvaje, de Espasa y Montaraces, de Alfaguara.

El primero se desarrolla en Slavamir, una tierra asolada por cruentas guerras y despiadados bárbaros en la que viven pacíficamente Ruslan y su hermana pequeña Yvanka. Un día, sin previo aviso, un batallón del reino de guerreros de Mordvin irrumpe en la aldea, asesinando a cuantos hombres y mujeres encuentran a su paso y haciéndose con todas las provisiones acumuladas para el invierno. Durante el asedio, los dos niños quedan huérfanos y sin hogar, y se ven obligados a casi mendigar para poder sobrevivir. Pero su suerte cambia cuando otro escuadrón, esta vez del reino contrario, llega al pueblo para recuperar fuerzas y después seguir su camino. Es entonces cuando Ruslan toma la decisión que cambiará por completo el transcurso de su vida y la de su hermana: unirse a ellos y marcharse lejos. A partir de ese momento, la ferocidad, el valor y la lealtad serán sus únicas armas para mantenerse con vida y vengar la muerte de su familia.

Montaraces, por el contrario, transcurre en el reino de Araluen, más concretamente en el castillo de Redmont. Allí, Will, un joven bajito, delgado y propenso a recibir las burlas de todos, aguarda junto a sus compañeros a que el rey y sus consejeros les asignen las Escuelas donde pasarán los próximos años entrenándose para ser caballeros, escribanos, cocineros o diplomáticos. Will, por supuesto, desea fervientemente entrar a la Escuela de Combate, pero de igual modo sabe que ni su estatura ni sus endebles músculos se lo permitirán. Y así sucede: el joven se queda a las puertas de su sueño. Un sueño que deja de ser tan atrayente cuando descubre que hay una quinta escuela de la que no había oído hablar: la de los montaraces. Hombres tan ágiles como el viento y tan silenciosos como una sombra. Guerreros invisibles que acechan, espían y aguardan entre los árboles. Personas capaces de trepar, deslizarse por el suelo y escurrirse entre el gentío sin llamar la atención. Y Will tendrá que aprender a hacer todo eso y mucho más de la mano de su mentor, Halt, mientras una terrible conspiración se fragua en las lejanas tierras de Gorlan.

La diferencia principal entre estas dos novelas es la edad de los lectores a los que están dirigidas: Montaraces es para un público más infantil. Aunque los personajes tienen supuestamente quince años, su forma de hablar, de comportarse y de pensar es la de unos adolescentes de 12 o 13. Aun así, el libro es muy recomendable para todos aquellos que disfruten con las historias de aventuras. Estirpe Salvaje, sin embargo,está dirigido a un público más adulto. Las vivencias de Ruslan e Yvanka son mucho más duras que las de Will y sus amigos. El mundo donde se desarrolla la historia también es mucho más cruel y los personajes secundarios son mucho más complejos que los “buenos” y los “malos” de Montaraces. Otro punto a comparar es el entorno en el que se desarrollan las dos historias. Will, por su lado, apenas sale del castillo de Redmont y de sus alrededores. Si bien es cierto que hay una conspiración en marcha, al menos en este primer volumen apenas se percibe. Esta novela está centrada exclusivamente en Will y en su iniciación como montaraz.

En Estirpe Salvaje, sin embargo, la situación de los reinos enfrentados de Slavamir es absolutamente esencial en las vidas de los dos hermanos protagonistas. Huir de su pueblo, elegir un bando con el que luchar, las intrigas provocadas por los personajes secundarios… tienen como hilo conductor estas batallas y los resultados de las mismas. Así pues, a diferencia de John Flanagan en Montaraces, Montse de Paz recrea estas batallas con cuantiosos detalles en numerosas ocasiones sin dejar de lado en ningún momento la evolución física y psicológica de Ruslan e Yvanka.

En el extranjero, Montaraces se ha convertido en una saga de nada más y nada menos que siete volúmenes. Por el momento, Alfaguara ha comprado los derechos de los tres primeros, aunque no desestiman hacerse con el resto. No queda claro, sin embargo, si Estirpe Salvaje es una novela autoconclusiva o el principio de una saga.

Acerca de los “aspectos externos” de los dos libros debemos decir que ha sido todo un acierto por parte de Alfaguara cambiar el título inglés Aprendiz de montaraz por Montaraces. algo mucho más directo, fácil de recordar y comercial. Ambas portadas son muy visuales, una oscura y la otra clara. Una en tapa blanda (Montaraces), la otra en tapa dura (Estirpe Salvaje). El único inconveniente que le vemos a la novela de Espasa es la maquetación de las hojas, en las que el texto aparece rodeado por un marco de filigranas que, además de inutilizar buena parte de la hoja, obliga a utilizar una tipografía mucho más pequeña y a complicar la lectura.

En resumen, si lo que buscas es un libro ágil, divertido, más juvenil y con personajes que da la sensación que ya conoces de antes, os recomendamos Montaraces. Sí, por el contrario, eres un instruido lector en este tipo de novelas y te apasionan las historias legendarias de caballeros, reinos y batallas épicas, tu libro es Estirpe Salvaje.

Elijas la que elijas, la aventura está asegurada.