Reseña literaria Insu-Pu: la isla de los niños perdidos, Mira Lobe

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial SM

Umbría está en guerra. Cada noche la ciudad es bombardeada y sus habitantes deben pasar horas en los refugios subterráneos. Los niños están cada vez más cansados y más tristes, por eso deciden mandarlos a Terrania, donde estarán a salvo de las bombas. Cuatro barcos llenos de niños parten de Umbría, pero por el camino uno de ellos naufraga, y aunque la mayoría de su tripulación consigue llegar a los otros barcos, algunos niños se pierden y van a parar a una isla deshabitada. Están Stefan, que de mayor quiere ser médico, y su hermano Thomas; Diana, la hija de un payaso del circo y Claudia, que es hija de un barón; Oliver, el mayor de todos, un boy scout; Katrin, la defensora de los animales; Wolfang, el violinista... en total once niños de distintas edades y personalidades muy dispares.

Una auténtica novela de aventuras al estilo de las antiguas, donde la atención del lector se mantiene gracias a la variedad de los personajes y a la originalidad con la que afrontan su supervivencia en la isla. Al principio puede resultar un poco lenta y demasiado detallista, pero cada situación está perfectamente contada y al poco tiempo los niños se vuelven tan cercanos que merece la pena leer solo por conocerlos mejor. Un libro para nuestros lectores más jóvenes, lleno de divertidos episodios y de historias entretenidas. A pesar de que los niños estén solos en la isla y a veces pasen por situaciones difíciles, no hay momentos de miedo, peligro o desesperación, porque al fin y al cabo ellos saben tan bien como nosotros que tarde o temprano regresarán a sus casas.

La novela está inspirada en los bombardeos que sufrió Londres durante la Segunda Guerra Mundial, y de hecho la primera versión, publicada en Israel, tenía protagonistas de nombres ingleses que viajaban de Londres a Estados Unidos. Años más tarde, cuando Mira Lobe la adaptó para editarla en alemán, quitó las referencias directas a hechos históricas, ya que la historia era totalmente inventada y lo único que quería mostrar con ella es la capacidad de los niños de convivir juntos, por muy distintos que sean.