Reseña literaria Julie und Schneewittchen (Julie I), Franca Düwel (Arena)

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista

Julie tiene doce años y medio y su abuela acaba de regalarle un diario porque «los grandes autores empezaron escribiendo diarios». Como Julie quiere llegar a ser escritora, comienza a usar el suyo siguiendo un patrón: en cada entra­da hace una lista con lo me­jor y lo peor del día antes de empezar a contar lo que le ha pasado.

Los líos en los que Julie se ve metida empiezan por diferentes flancos y todos a la vez: por un lado, está su madre, que acaba de dar a luz a su hermana Ottilie* y sufre de baby blues**, y su padre, al que la situación le supera y apenas tiene tiem­po de ocuparse de su hija mayor; por otro lado, está su «mejor» amiga Hanna, que en el fondo en un arpía y hostiga a sus amigas y com­pañeros de clase amparada en su popu­laridad; luego está Scharina, otra com­pañera a la que apodan despectivamente «Blancanieves» por culpa de Hanna y que resulta que tiene problemas en casa; y por último, está Ben, vecino de Julie, por el que Hanna está coladita. Esta, usan­do a Julie, le hace llegar una carta de amor que desencadenará malentendidos y eventos que nuestra protagonista no se podría haber imaginado.

Franca Düwel iniciaba en 2010 con Julie und Schneewittchen (Julie y Blan­canieves) esta saga narrada en forma de diario que arranca carcajadas por el hu­mor de su protagonista y su pasión por los extranjerismos (y las notas a pie de página***), pero que también afronta te­mas importantes y serios, como la con­ciencia social, los malos tratos o el acoso escolar. La autora consigue con Julie una voz carismática con cierta madurez, pero también con la dosis de ingenuidad e ino­cencia que sería de esperar en una niña de doce años.

Actualmente la saga consta de tres volúmenes que son un éxito de ventas en Alemania: Julie und die Schwarzen Schafe (Julie y las ovejas negras) y Julie und das Herzschlamassel (Julie y los líos del corazón); este úl­timo publicado en enero de este año. Julie podría ser una gran apuesta en España para esa franja de edad al princi­pio de la adolescencia, entre los doce y los quince, cuando los lectores podrían sentirse identificados con la pro­tagonista y sus problemas, y quizá tam­bién aprender de su iniciativa.

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* En realidad se llama Eva, pero Julie prefiere refe­rirse a ella como Ottilie en el diario porque de haber sido un niño se habría llamado Otto y en su opinión, Ottilie le pega más que Eva.
** Baby blues: literalmente significa «La melancolía del bebé», pero se refiere a la depresión que sufren a veces las mujeres tras el parto.
*** Como esta y las anteriores.


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