Reseña literaria La segunda vida de Bree Tanner, Stephenie Meyer

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Alfaguara

Cuando Stephenie Meyer se encontró con que su novela Midnight Sun (Sol de Medianoche), que relataba Crepúsculo desde el punto de vista de Edward, se había filtrado y que todo el mundo había podido leer los trece primeros capítulos sin su consentimiento, aseguró que no volvería a escribir nada más sobre sus mundialmente famosos vampiros.

Por suerte para sus lectores, un año más tarde ha parecido retractarse de sus palabras para regresar con un relato cuanto menos curioso y original que presenta la vida de un personaje que muchos no serían capaces de situar dentro de la trama principal de la saga ni aunque les dijesen libro y página exactos.

Bree Tanner, para situarnos, es una neófita de los que Victoria creó mientras urdía su venganza contra Bella y los Cullen durante la novela de Eclipse. Es la única de entre todos esos monstruos sedientos de sangre y sin ningún control sobre si mismos de la que se conocía el nombre. Pero lo que en apariencia no era más que un personaje de relleno sin ninguna relevancia, ha terminado convirtiéndose en el protagonista exclusivo de una sola novela que lleva, para más INRI, su nombre propio por título: La segunda vida de Bree Tanner.

En escasas 255 hojas, Meyer nos presenta a Bree, una joven de aproximadamente 16 años que no recuerda nada de su vida anterior. Desde que ha sido transformada lo único que siente es una incontenible sed de sangre y unas ganas terribles de comprender qué sucede, por qué está allí y qué debe hacer, mientras intenta pasar desapercibida para no morir a manos de todos sus agresivos compañeros neófitos.

Con esta original propuesta, Meyer revive a los vampiros más famosos de la última década desde un punto de vista muy diferente. En este curioso trabajo de introspección con el que demuestra que ningún personaje está en la saga por que sí, por muy secundario que parezca, el lector tendrá la oportunidad de descubrir el lado más oscuro y siniestro de estos vampiros a los que tantos han tachado de débiles y afeminados.

En cuanto al estilo de la novela, la autora vuelve a conseguir atrapar al lector desde la primera página con su ya conocida y adictiva narración en primera persona, esta vez desde el punto de vista de Bree y no del de Bella, sin apenas diálogos y con numerosas reflexiones de lo más interesantes. Cabe destacar el hecho de que el relato no esté dividido por capítulos y que todo el texto sea corrido de principio a fin, lo cual facilita que se lea de una sentada.

Como conclusión, un nuevo Crepúsculo, diferente y original que hará las delicias de los fans de Meyer y que no dejará mal sabor de boca a quienes se adentren por primera vez en la literatura de la archiconocida autora americana. Ya se echaba de menos volver a ver una portada negra, roja y blanca de la saga original.