Con algo de retraso, como ya es habitual en nuestro país, llega esta serie de aventuras protagonizadas por ratones antropomórficos. Aunque a primera vista la suma de estos dos términos: Ratones + Templarios puede recordarnos a otros productos del tipo Tortugas + Ninjas, no es ésa la línea abordada por sus autores. No estamos ante un cómic cachondo, que parodia géneros clásicos. De hecho el guionista ha confesado que si esta historia está protagonizada por ratoncillos es por culpa de la influencia tanto de la película de animación como de la novela de La Sra. Brisby y las ratas de Nimh. Otra influencia posterior fue La colina de Watership.
Aunque esta historia la protagonizan entrañables ratoncitos, en ella hay drama y combates (muchos combates) con sangre derramada y miembros amputados. Pero ante todo hay épica, con ecos que van desde El señor de los anillos hasta otro cómic como Bone. Como en toda épica hay un joven protagonista, Karic, un ratoncillo que anhela convertirse en caballero templario, y las circunstancias adversas (el asalto a su poblado) le llevarán por ese camino, obligándole a sacar el héroe que llevaba dentro. El camino del aprendizaje es duro y lleno de dudas como nos muestra este cómic.
Pero esa trama sencilla, el camino del héroe elegido, se ve amplificada por otros factores, a modo de una tarta con muchas capas, con elementos tomados de la tradición celta, nórdica y medieval europea que conforman una mitología propia, dotando así de mayor profundidad a todo el conjunto.
Una historia épica, visualmente potente, muy bien resuelta gráficamente (las escenas de acción son espectaculares) y con un excelente uso del color. Quizás la única pega sea el evidente parecido entre todos los ratones (que comparten el mismo tipo y tamaño de orejas, por ejemplo) lo que, a veces, impide diferenciar a unos personajes de otros.
El único motivo para echarse atrás ante la compra de este cómic sería su precio, un pelín alto para estos tiempos de crisis: 28 euros. Hay que reconocer que estamos ante una buena edición (256 páginas en color y en tapa dura), pero Dolmen debería replantearse el precio de cara a los próximos tomos.
Si te gustan las historias épicas o las aventuras protagonizadas por animales, Los ratones templarios es tu cómic.