Reseña literaria No y yo, Delphine de Vigan

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Alfaguara

Lou no es una niña corriente por muchos motivos. Por un lado, es superdotada y, a pesar de sus trece años, va dos cursos por delante en el colegio; y por el otro, no le gusta relacionarse con la gente. No tiene amigos ni tampoco le preocupa demasiado. Sin embargo, su vida cambia cuando, para un trabajo del colegio, comienza a investigar sobre el problema de los indigentes juveniles que atestan las calles de su ciudad, París.

Así es como, de la noche a la mañana, esta niña se adentra en un mundo muy distinto al que está acostumbrada -feo, gris y lleno de basura- y conoce a No, una mendiga de dieciocho años que malvive en la calle y que cada noche tiene que buscar algún techo bajo el que cobijarse. Poco a poco, comienza a gestarse una extraña relación entre estas dos muchachas tan dispares y, antes de que se den cuenta, sus vidas, hasta entonces completamente desconectadas, terminan encontrando el vínculo ideal para enfrentarse al mundo juntas…

A partir de esta premisa, Delphine de Vigan, autora de otras tres novelas, aborda el serio problema de la pobreza que asola París sin dejar de lado en ningún momento las dudas y sentimientos lógicos de una chica de 13 años. Y es que, al hacer de Lou una niña superdotada, consigue transmitir al lector todas las inquietudes de una mujer adulta sin que chirríen demasiado sus teorías mientras ofrece las emociones y sentimientos infantiles de quien está empezando a dar los primeros pasos en la vida real.

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Lou, y aunque también hay diálogos, la mayor parte de ella son los múltiples y variados razonamientos que la niña va hilando según la realidad que se va tejiendo en consecuencia a sus acciones. En cuanto a los personajes, como siempre sucede en estas historias, sus protagonistas eclipsan al resto del reparto, aunque no podemos dejar de destacar a la pintoresca y bondadosa familia de la niña, a algunos de los mendigos, o al chico de la historia, Lucas, que, si bien a duras penas pueden competir con el protagonismo de No y Lou, esgrimen unas voces claras y diferentes que aderezan el relato.

No y yo es un buen ejemplo de libro No sólo para adultos dado que cualquier joven puede disfrutar y aprender de él tanto o más que el público al que, en principio, parece dirigida esta novela. No sólo por la edad de sus protagonistas, sino también por todas las situaciones propias de la edad que se producen y las mil teorías sobre esa otra cara del mundo que pocos conocen y que de Vigan va exponiendo en boca de Lou y de No.

Una novela que, sin dejar de ser a ratos bastante dura, emociona y entretiene a partes iguales, que se lee con facilidad y que te deja una amarga sensación de culpabilidad una vez la terminas.