Molino ha apostado esta temporada por una novela juvenil en clave policiaca que recordará a más de un lector a las aventuras y desventuras de la serie española Flanagan.
La historia se inicia con la llegada de Mickey Bolitar a su nuevo instituto. Sin duda, no están siendo buenos tiempos para el muchacho; para empezar, ha sido testigo de la reciente muerte de su padre en un accidente de tráfico, tragedia que ha llevado a su madre a aferrarse a las drogas como única vía de escape. Además, por culpa de esta situación, Mickey ha tenido que irse a vivir con su tío Myron, con el que nunca ha tenido buena relación.
La promesa de una mejoría por parte de su madre y el inicio de su relación con Ashley —una alumna nueva, como él— hacen que Mickey piense que, tal vez, su suerte esté cambiando. Sin embargo, cuando pocos días después Ashley desaparece sin dejar rastro, Mickey se da cuenta de que el destino todavía puede tener un planes ocultos reservados para él.
La búsqueda de Ashley llevará a Mickey tanto a los mejores barrios como a los antros más peligrosos de la ciudad, aunque por suerte siempre contará con la compañía de Ema (esa chica gordita llena de ironía a la que todo el mundo desprecia) y el Cuchara (el hijo friki del de mantenimiento). A medida que surgen nuevas pistas en torno al paradero de Ashley, Mickey descubrirá inquietantes hechos sobre el pasado de sus padres que jamás habría podido imaginar.
Refugio es una novela muy completa. Tiene, por un lado, una investigación protagonizada por chavales, pero que resulta totalmente creíble y está correctamente construida. Por otra parte, la trama está bien hilada tanto con los hechos del presente como con los del pasado; estos últimos son fundamentales para entender la personalidad de Mickey y hacen que el lector empatice con él desde el principio. Y es que Refugio es un inicio de saga que, además, sienta las bases de unos protagonistas con muchísima historia a sus espaldas.
Al margen de su argumento, que regala altas dosis de intriga y aventuras, si hay algo que destaca de Refugio es su estilo. Narrado en primera persona desde la perspectiva de su protagonista, esta novela destila sarcasmo y diversión por los cuatro costados. Eso sí, este tono ligero se equilibra a la perfección con las partes más crueles de las historia (que las hay, y son muchas).
En El Templo nos ha impresionado esta novela por su originalidad y su frescura, y también por el trío protagonista, que promete seguir dando caña en las continuaciones de la serie.
Sin duda, una novela tan ágil como oscura, perfecta para iniciarse en el thriller policiaco juvenil.