Reseña literaria Viaje de ida, Dunia Esteban Sánchez

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial SM

Desde que en 2005 se convocase por primera vez el Premio Jordi Sierra i Fabra para jóvenes menores de dieciocho años, son muchos los que se han atrevido con este concurso que puede abrirles las puertas al mundo editorial cuando todavía no han cumplido la mayoría de edad. El de 2009 ha ido a parar a la valenciana Dunia Esteban Sánchez, con su historia Viaje de ida, un recorrido físico e interior hacia la dignidad.

En este libro, leído de un soplido por sus escasas noventa y nueve páginas (que te parecerán mucho menos, palabra) conocemos la historia de Áhmen, un muchacho subsahariano que vive las miserias de un pueblo pobre y maltratado. Escrito en tiempo real desde su óptica preocupada e inocente, el protagonista imagina que conversa con su hermano mayor Gamal, que les dejó una noche sin avisar para recorrer la peligrosa travesía que lleva hasta la tierra prometida, Europa. La ausencia de noticias hace temer lo peor, pero la familia no pierde la esperanza de que el chico haya llegado a España o Francia.

Pero mientras Áhmen se preocupa por Gamal, su familia está a punto de sufrir un nuevo golpe que le obligará a tomar importantes decisiones. Muy pronto, la distancia que le separa de la península ibérica no se le antoja tan lejana, o quizá, por necesitarla con urgencia, se encuentra más inalcanzable que nunca. Cuando conoce a Abdou toma una decisión, pero no es fácil. Tiene que dejarlo todo por cruzar el mar en patera, pero ni las autoridades marroquíes, ni el bravo océano, están dispuestos a dejarle alcanzar su sueño.

En este relato conmovedor, Dunia Esteban se niega a ser juzgada como promesa de la literatura. No necesitamos más de un capítulo para entender que estamos ante una historia válida por sí misma, sin excusas de edad, escrita con mucho sentimiento y sobre una importante documentación del pueblo subsahariano y el fenómeno de la inmigración. Cuando creemos que los africanos sólo necesitaron subirse a una embarcación para llegar hasta aquí, la autora nos muestra el mundo siniestro que se esconde detrás, y nos recuerda, igual que lo hizo John Steinbeck con Las uvas de la ira, que la indecencia de los inmigrantes no está en su causa, sino en nuestro desprecio y exclusión. En definitiva, una novela que no te puedes perder para comprender un poco mejor a aquellos que arriesgan su vida por lo poco que les puede dar España renunciando a las miserias que les dio su nación.