Karol Miller
Mientras que Raquel parece llevar una vida más ordenada y estructurada su amiga es el polo opuesto.
Sarah es una chica extrovertida, impulsiva, con un carácter fuerte y desafortunada en el trabajo.
Un día, tras una loca noche de fiesta con sus amigos, decide salir a correr y poner en orden sus pensamientos. Como es habitual en ella se deja llevar por la música a todo volumen, distraída en sus pensamientos la llevan a sufrir un encuentro fortuito con un rudo e imponente hombre.
A partir de ese momento su vida, tal y como la conoce se tambaleará.
¿Qué les deparará el destino? ¿Estará preparada para ello?
Aunque no vemos tanto a Raquel, es uno de los personajes que más ha llamado mi atención y me ha gustado por decidida, en comparación a Sarah que incluso esperaba más de ella simplemente por lo que dice la sinopsis.
Duncan, es que, para que negarlo, me ha encantado en general, pero siento que también me ha quedado a deber algo, ya que lo siento muy enamorado que lo hace ser un poco débil en su carácter, en s forma de ser y lo veo demasiado vulnerable.
Tiene sus escenas subidillas de tono, pero están ligeras, no hay tantas, por lo que agradezco que tengamos más una novela romántica con sus momentos de dramas a que se enfocara a la tensión sexual que desde principio se marcó entre estos dos.
Como ya lo mencioné, la pluma de Karol es muy sencilla, por lo que se consigue una lectura amena y rápida en la que no profundiza realmente, ya que tenemos pocas descripciones de personajes, escenarios, situaciones, así que para quien busca una lectura ligera para pasar el rato no está mal.
Los personajes al tener que viajar nos lleva a diferentes partes, y por ahí aparece un clan y me quedé con ganas de poder saber más de ellos, ya sé que no se enfocaba en ellos, sino que es parte de la cultura de Duncan, pero no sé, había cosillas que se podrían explotar un poco más.
Otro de los detalles (ya sé, ya sé, ando un poco quisquillosa en estos momentos), entiendo que la autora use su forma de hablar a la hora de escribir, digo, a mi no me importa que sea española y no “use” un español neutro, pero tomando en cuenta que Sarah y Raquel no viven en España (aunque son de allá), se justifica que hablen así, pero si están en Londres (me parece recordar) que hable así alguien que no es español, como que me parece muy correcto, tampoco es que pase mucho esto, pero...