Con el fin de de juntar un poco de dinero para pagarse sus estudios universitarios, la joven Laila decide dejar su Sevilla natal y embarcarse a Suiza, Ginebra, para trabajar como camarera en el CERN, un lugar donde la ciencia está presente hasta en el aire, las fórmulas matemáticas lo invaden todo y donde nada interesante puede llegar a ocurrir. O eso es lo que ella piensa.
Desde su llegada, las cosas no han sido fáciles para la chica. Primero, tiene que compartir habitación con Angelina, una geniecillo norteamericana, algo alocada y sin pelos en la lengua. Luego, está el hecho de que mintió en su curriculum y no es capaz de preparar un simple cappuchino por mucho que lo intente, lo que le lleva a conocer al guapo de Alessio, un suizo que la trata mejor que nadie y que parece haberse prendado de ella. Y por último, está el hecho de que por más que se lo había planteado antes de llegar al lugar, ha sido incapaz de no fijarse en un chico: ahora no hace más que pensar en Brian, un investigador estadounidense que le lleva por muy pocos años.
Listo, ya tenemos nuestra historia servida y las aventuras de este triángulo amoroso recién están por comenzar. Con el transcurrir de los días, Laila siente que cada vez encaja menos en aquel recinto, rodeada de genios de la física o de alguno que otro Premio Nobel. No obstante, hará hasta lo imposible por no dejarse amedrentar, mirar siempre hacia adelante, seguir con su trabajo y no verse envuelta en las dudas que le plantea su corazón: ¿a quién realmente quiere? ¿al alegre, extrovertido y sincero Alessio, que parece estar siempre a su lado cuando ella más lo necesita? ¿o al tímido y algo retraído Brian, que al comienzo se portaba más o menos bien con ella, pero que ahora lo nota distante, como si escondiera algo?
- ¿Sabías que el 33% de los accidentes mortales están producidos por alguien que ha bebido? El resto, el 67% los han causado personas sobrias. Si a ello le añadimos que la probabilidad de tener un accidente de tráfico aumenta con el tiempo que pases en la carretera… lo mejor es conducir borracho y lo más rápido posible. - Esto es un claro ejemplo de cómo pueden ser malinterpretadas las estadísticas –añadió Annie mientras daba una colleja a su amigo.
Realmente me sorprendió encontrar Quantic Love en las estanterías peruanas y me lo compré porque hace tiempo que le había echado el ojo. Sin embargo, me he quedado con ganas, esperaba mucho más de la novela. No me malinterpreten, no es que no me haya gustado, sino que - a mi parecer- le faltó un poco más de sustancia a la historia.
Lo otro es a la historia de amor. Me parece que en tan corto tiempo (poco más de dos meses) una persona no llega a enamorarse de la forma que ella lo hace. A mi parecer, lo que Laila sentía por ambos chicos era solo atracción.
Pese a todo, tengo que destacar algo que me encantó de la novela: las historias y anécdotas científicas y los chistes que contaban los personajes. Otro punto a favor es la forma en que la autora te explica una teoría o te expone una hipótesis científica de forma fácil y comprensible. Creo que no me equivoco al decir que con Quantic Love he aprendido algunas cosillas de física que me rehusaba a memorizar en el colegio (física no es un curso de mi devoción) e incluso le he cogido cierto gusto a la materia.
Puntuación
Quantic Love
Sonia Fernández-Vidal
Editorial Versátil
416 páginas
ISBN: 978-84-92929-00-9