R.M. de Loera
Tiene algunos buenos momentos, pero por un lado tenemos un humor que la prota Carol intenta meternos con calzador, es decir muy forzado, que hay detalles que sin aportar gran cosa se repiten una y otra vez (de nuevo ese “humor”) y que corre mucho al final para llegar al cierre, es que sinceramente me esperaba mucho más.
No es mala, es muy extraña, una locura la forma en que transcurre todo, pero nos faltan esos respiros, enfocarse más en otras cosas y no correr tanto. Una buena idea, pero…