Nota: Esta reseña puede contener spoilers sobre las temporadas 1 y 2 de Wakfu.
En 2014 Ankama lanzó una serie de tres OVAs de Wakfu, llamados la búsqueda de la serie Selatrop, que continuan la historia de la Hermandad del Tofu después de la segunda temporada,en esta ocasión con una trama y un estilo mas maduro, nuestros héroes no solo tienen que salvar el mundo, sino cambiarlo.
Sin embargo en lugar de hacer una continuación directa en estas OVAS hay un salto temporal de 5 años, en los cuales la vida de los héroes ha cambiado en mayor o menor medida.
Mientras Yugo y Adamai vuelven a casa y ayudan a Alibert a criar a Chibi y Grouga, con Ruel yendo y viniendo, Eva y Tristepin viven su vida en familia junto a sus hijos y Amalia asume sus deberes como princesa, pero tras un segundo Caos de Ogrest donde el gran ogro empieza a llorar otra vez, amenazando con inundarlo todo, el rey decide usar los Dofus Selatrop.
Sin embargo, al ir a buscarlos descubre que los dofus han sido robados y divididos, así que para recuperarlos Amalia, acompañada de sus amigos debe ir a Frigost y casarse con el conde Kontatrás.Al mismo tiempo, Adamai, Joris y Otomai siguen otra pista para encontrar los demás dofus y descubrir quién y por qué fueron robados en primer lugar.
La historia sigue con lo acostumbrado por la serie, con tramas en apariencia simples, como la búsqueda de los dofus, pero que rápidamente se van complicando, lleno de giros inesperados que cambian el estatus quo de la serie, con un final abierto que deja al espectador deseando ver la tercera temporada.
Además es notable como tanto el tono como los temas tratados en las películas son más maduros de
Los personajes protagonistas son aquellos que ya conocemos, la Hermandad del Tofu, acompañados en esta ocasión por algunos añadidos como Otomai, el maestro Joris y sus hijos Kerubim y Atcham, además de Elely y Flopin, los hijos de Evangelyne y Trisptepin.
Debido a los años pasados los jóvenes héroes han crecido y sus relaciones entre ellos han ido cambiando con el paso de los años, cada uno de ellos tiene que lidiar con sus problemas y limitaciones, desde el lento crecimiento de Yugo por ser hermano de un dragón, con sus respectivas consecuencias en el acercamiento romántico que empieza con Amalia, la relación de Eva y Tristepin, y sus hijos, conllevando eso el miedo a perder a su familia, las responsabilidades como princesa de Amalia o la relación de hermanos de Yugo y Adamai, que ahora tras años de convivencia se siente más natural y real.
La animación difiere ligeramente de la de la serie, siendo más fluida y dinámico pero aun así mantiene su estilo, mostrando mejoras que se notan desde fondos y escenarios más vivos hasta batallas mucho más increíbles de lo que había mostrado hasta ahora.
El ritmo de las películas es casi perfecto, empezando con unos primeros minutos relajados y posteriormente ir poniéndose cada vez más y más intenso a medida que avanza la trama.
Si alguna pega hay que ponerle la las películas seria que, en especial en la ultima parte, la mayor parte del protagonismo se lo llevan Yugo y Tristepin dejando a los demás miembros de la Hermandad totalmente incapaces de unirse a la lucha, sin embargo, esto se consigue paliar de forma más o menos eficiente ya que el protagonismo que pierden durante la batalla, lo recuperan en desarrollo y evolución de personaje.
A esto añadirle el hecho de que hay ciertas partes que, debido a falta de información sobre el mundo, al espectador se le pueden hacer confusas, como pueden ser los dragones y dofus primigenios, que si no has jugado a dofus es la primera mención, igual con los semidioses o la familia de Joris, cosas que pueden estropear ligeramente la experiencia.
Como conclusión decir que estos OVAs con una trama estupenda, unos personajes que ya son queridos y están desarrollados, y un tono de misterio en el que la acción se va incrementando hasta el gran clímax final, son una perfecta continuación de Wakfu y una forma perfecta para preparar a los fan para la tercera temporada, que se estrenará en noviembre de 2016.
Reseña realizada por: Eusebio