Yo fui esclava. Memorias de una chica oculta es un libro que forma parte de la colección de memorias para jóvenes lectores de V&R Editoras.En sintonía con El chico sobre la caja de madera, en este caso tenemos la oportunidad de conocer la historia de Shyima Hall, una joven que a los ocho años fue vendida como esclava por sus padres a una familia muy adinera de Egipto.Desde el comienzo, Shyima nos narra cómo era su vida en un pueblito cerca de Alejandría. Nos narra las vivencias que tenía con su pobre y numerosa familia y, gracias a ella, podemos conocer cómo es la vida y la cultura en este país. Realmente, me resultó súper interesante todo el background que nos provee la historia, para poder comprender mejor muchas actitudes de Shyima, de su familia y entorno.La hermana mayor de la joven trabajaba como empleada doméstica para una familia muy adinerada de El Cairo, pero un día sus empleadores la acusaron de haberles robado una gran suma de dinero. Entonces, sus padres decidieron entregar a Shyima como “parte de pago”, y así evitar que esta familia musulmana los denunciara y que perdieran su “dignidad” (esto lo van a entender cuando lean, ya que la dignidad tiene un lugar muy importante en estas familias).Es realmente desgarrador leer el momento en que sus padres la entregan y cómo esta niña, con tan solo ocho años, tiene que asumir tareas que en nuestra cultura vemos como impensables para un chico. Aparte, queda perfectamente plasmada su inocencia y su debilidad, porque cuando todo ocurrió era tan solo una niña. Les juro que mientras lo leí me sentía más y más indignado. Sigo sin poder comprender cómo los padres pudieron haber hecho algo así; cómo en el mundo se llevan a cabo actividades de este tipo.En el transcurso del relato, podemos conocer más sobre la vida de Shyima con sus amos (ella los llama el Padre y la Madre), sus sentimientos, miedos y sueños. Es una historia realmente dura y lo que la hace aún peor es que ocurrió realmente. Shyima nació en 1989 y fue rescatada en 2011 por el Servicio de Control de Inmigración de los Estados Unidos, donde vivió luego de que la familia que la “compró” se la llevara a vivir ilegalmente allí.Por suerte, es un relato con final feliz. No se preocupen que no es un spoiler, la vida en cautiverio de Shyima se relata en los primeros capítulos. El resto del libro aborda su recuperación y su reinserción social –que por cierto es muy ardua, ya que era una adolescente analfabeta, que no hablaba inglés, sumado a su precario estado de salud–.Yo fui esclava es una invitación a generar conciencia, a mirar al que tenemos al lado y saber detectar cuáles son las señales de alarma. A diferencia de lo que muchos piensan, hoy en día hay miles de esclavos en todo el mundo y viven en condiciones realmente infrahumanas.
La historia de Shyima es un relato de supervivencia, valor y esperanza. Porque aun después de haber sido vendida por sus propios padres, de haber conocido el lado más oscuros de los seres humanos y de que le hayan robado la inocencia, Shyima siguió adelante y hoy lucha contra la esclavitud en el mundo.