Algunos consejos para limitar la transmisión de los virus
No basta con lavarse las manos y secárselas bien después: los niños no siempre tienen las manos limpias. Deben frotarse hasta hacer espuma con el jabón, y así eliminar todos los gérmenes.
Contar hasta 10, o tararear una canción en voz baja: cualquiera de estos dos métodos es bueno para que vuestro hijo aprenda a esperar el tiempo necesario hasta una desinfección eficaz de las manos. Además, este gesto de limpieza debe repetirse varias veces a lo largo del día.
Taparse la boca cuando se tose. No se debe guardar un pañuelo utilizado dentro del bolsillo del pantalón. Quizás sea una obviedad, pero es bueno recordar a los hijos este tipo de mecanismos de higiene.
Cinco frutas y verduras al día
Incluso en invierno, acordaos del Plan Nacional de Alimentación. Comiendo frutas frescas, concretamente kiwis, y naranjas, vuestro hijo llenará sus reservas de vitamina C, que son necesarias para luchar contra las infecciones del invierno.
En el seno de un mismo grupo, cada alimento tiene sus especificidades: intentar variar los menús para ofrecer a vuestros hijos una gama más amplia de sabores, pero también de vitaminas y minerales.
Sin embargo, no es útil aumentar las porciones de comida durante el invierno. Los períodos de frío son raros y los niños se tiran gran parte del día dentro de casa, o se cubren bien en cuanto salen a la calle.
Aire sano en casa
Cuando hablamos de contaminación, pensamos en el aire externo. Pero, también es importante ventilar cada habitación de la casa, al menos 10 minutos al día. En caso contrario, los contaminantes se acumulan, y se pueden irritar las vías respiratorias.
Dormir bien y hacer algo de ejercicio
Los niños de tres a 11 años tienen necesidad de moverse, al menos 30 minutos o una hora de caminata rápida al día. Por otro lado, también se debe vigilar las horas de sueño. Quien dice buena higiene de vida, dice también menos cansancio, y mayor resistencia a las agresiones propias del invierno.