Respiración, estrés y meditación

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

¿Qué opinas del actual mundo tan acelerado? ¿Te has sentido a gusto últimamente? ¿Has tenido tiempo de sentarte, respirar profundo y dejar de pensar?

En caso de que aún no lo hayas hecho, te sugiero que lo consideres seriamente, todo tu cuerpo te lo agradecerá y en este artículo te vamos a explicar por qué.

se basa en ser conscientes del proceso de respiración, respirar profundo, relajar el cuerpo y no pensar en nada. Mientras respiras los pulmones y el aparato respiratorio permiten la entrada del oxígeno en nuestros cuerpos (inspiración o inhalación) y expulsan el dióxido de carbono (expiración o exhalación). Una buena respiración relajante implica ser consciente del paso del aire a través de la nariz, la boca, la garganta, la tráquea y los pulmones. Al pasar el aire por la nariz, el aire se caliente y humidifica.

Los cilios (pelitos de la nariz) se encargan de filtrar partículas como polvo. La faringe se divide en dos secciones, una designada al paso de la comida y otra al paso del aire, ambas secciones están separadas por una membrana llamada epiglotis, en la sección destinada al aire se encuentran las cuerdas vocales. Enseguida está la tráquea, el segundo filtro que evita el paso de partículas extrañas a los pulmones. La tráquea se divide en dos ramificaciones llamadas bronquios, que conectan con los pulmones. Dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican formando bronquiolos. Los bronquiolos terminan en pequeños sacos de aire llamados alvéolos, donde ocurre el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.

En cada inhalación, el aire llena los millones de alvéolos (difusión del aire), el oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre a través de los capilares (pequeños vasos sanguíneos) que revisten las paredes alveolares. Una vez que el oxígeno pasa al torrente sanguíneo, la hemoglobina lo captura en los glóbulos rojos. La sangre rica en oxígeno fluye al corazón, y la bombea a través de las arterias hacia los tejidos del cuerpo que necesitan oxígeno.

Debido a este proceso de respiración, pueden ser numerosos los beneficios de la meditación para el cerebro, ya que la respiración se hace de manera consciente llevando todo el cuerpo a la máxima relajación y por lo tanto a la mayor pérdida de estrés. No voy a mentir, el proceso de relajación y respiración consciente lleva mucho tiempo dominarlos, me atrevo a decir que es directamente proporcional a la cantidad de estrés acumulada en el cuerpo.

Hormonas sintetizadas en periodos de estrés

desencadena una respuesta química en nuestro organismo con la finalidad de prepararlo para responder ante los acontecimientos por los que nos sentimos amenazados. La respuesta química consta de neurotransmisores y hormonas coma la epinefrina (regula la respiración, los latidos y la concentración de azúcar en el cuerpo), la norepinefrina (mantiene al cuerpo en estado de alerta), hidrocortisol (aumenta el nivel de azúcar para mantener al cuerpo con energía necesaria para reaccionar ante una amenaza), acetilcolina (disminuye los latidos y la respiración). Además el estrés induce baja concentración de oxígeno (lo que causa fatiga y angustia), baja concentración de serotonina (disminuye el placer y la felicidad), tensión muscular (si el estímulo se alarga sin necesidad de defenderse ante una amenaza, provoca dolor muscular), acelera el pulso, aumenta la frecuencia de la respiración, pero disminuye su profundidad y efectividad de oxigenación.

La meditación ayuda a que regrese el equilibrio de la concentración de hormonas y neurotransmisores, debido a la respiración profunda y relajación. Disminuye la epinefrina, la norepinefrina y el hidrocortisol, aumenta la síntesis de serotonina, se sintetiza dopamina e incluso oxitocina. La respiración profunda oxigena el cerebro y los músculos, lo cual permite que se relajen y retomen su funcionamiento normal, por lo que la persona, piensa con claridad, se siente bien, toma mejores decisiones e incluso tiene una sensación de libertad.

Sé que la vida es complicada, acelerada, con muchos límites y tropiezos, pero queridos lectores, no hay nada peor que generar estrés en nuestro cuerpo, nos hacemos mucho daño solos y muchas veces por cosas sin sentido, recordemos que solo tenemos una vida y no sabemos cuándo nos la van a pedir de regreso, así que tratemos de ponderar nuestras emociones, no explotemos por cosas mínimas como acelerar y tocar el claxon en cuanto la luz verde aparece en el semáforo o cuando algún descuidado choca con nosotros en la calle, como dice la frase "solo respira profundo y sigue adelante".