En este caso es una decisión acertada imitar este comportamiento. Colocar una bolsa en la boca, puede ayudar a la persona que está sufriendo un ataque de pánico.
Respirar con la bolsa colocada en la parte de la boca y la nariz, hará que aumente rápidamente los niveles de CO2 en sangre y puede evitar que tenga calambres o que se maree por hiperventilación.
No hay que dejar todo el tiempo la bolsa en la cara de la persona, de vez en cuando tiene que respirar aire fresco para renovar. Sólo en los periodos que se respira realmente rápido es cuando más efectiva resulta la técnica de la bolsa en los ataques de pánico.
También hay que evitar colocar la bolsa por toda la cabeza, ya que esta manera puede asfixiar a la persona rápidamente. No se trata de que la bolsa salve la situación del ataque de pánico, sino de que la respiración se mantenga con los niveles adecuados para el perfecto equilibrio del cuerpo mientras se sufre este ataque de pánico.
Otra cosa que hay que evitar, es la colocación de la bolsa en la cara del individuo sin haberle dicho antes lo que vamos a hacer. Si a una persona aterrorizada por un ataque de pánico, además le colocas una bolsa en la cara para ayudarla , pero ella no sabe lo que estás haciendo, imagínate… Puede pensar que estás tratando de asfixiarla o algo parecido. Por eso siempre hay que avisar tranquilamente de que vamos a proceder a colocar la bolsa suavemente. Y sólo en el caso de que la persona esté presentando síntomas de respiración acelerada. Es muy común tener la sensación en un ataque de pánico de que no tienes suficiente aire, pero la sensación es errónea.
Una vez concluido el episodio, por supuesto retiraremos la bolsa de la cara de la persona afectada y intentaremos atenderla en lo que necesite.
Espero que no tengas que verte en esta situación, pero si te pasa, recuerda que una simple bolsa puede ayudar si la usas correctamente.
DiegoCG.