Ana María Manceda
4 min · RESPUESTA DEL POETA JOAN MARGARIT ANTE UNA ENTREVISTA PERIODÍSTICA EL DÍA ANTERIOR A CUMPLIR 80 AÑOS, NO SE LO PIERDAN. (Joan Margarit Consarnau es un poeta, arquitecto y catedrático español jubilado de la Universidad Politécnica de Cataluña en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.Fecha de nacimiento: 11 de mayo de 1938 (edad 80 años), Sanahuja, España)Últimamente se habla sobre el envejecimiento de la sociedad y la repercusión que esto tendrá a todos los niveles, desde la economía a la política. ¿Qué puede tener de positivo y negativo ser una sociedad más longeva?
R.- Creo que el mayor problema que tenemos hoy en día y tendremos en los próximos años no es de longevidad, sino de cultura. Hasta donde sabemos hay dos extremos de sociedad, dictadura y democracia. Los regímenes políticos tienen unas exigencias durísimas para ser constituidos. Si quieres una dictadura, necesitas un ejército y una policía de cojones al servicio de un núcleo muy cerrado de poder. Sin esto no hay dictadura. Ahora bien, si nos vamos a la democracia, la pregunta es: ¿se puede armar una democracia con población inculta y analfabeta funcional? Esa es la pregunta que debemos plantearnos ahora. Tenemos una clase política muy ligada al gran poder económico, y que no parece que apueste en absoluto por la cultura.El que tiene mi edad y sufre por la sociedad o es un mentiroso o no ha entendido de qué va el tema"Éste, insiste Maragrit, es un debate que no se escucha, ahogado por temas como los salarios. "Pero si dentro de unos años ya no habrá trabajo para todos y el salario tendrá que resolverse como en Un mundo feliz de Huxley", especula. Para el poeta, quizá ya estemos ahí, "en un punto de incapacidad de la gente para escoger de qué forma quiere vivir, y lo que deberíamos es plantearnos volver durante unos años al despotismo ilustrado para levantar un poco las escuelas". Pero a pesar de su desencanto con una política ineficaz y despreocupada el poeta asegura no sufrir ya con estos temas. "Ya no sufro, que es el gran regalo de la edad. El que tiene mis años y sufre o es un mentiroso o no ha entendido de qué va el tema", ironiza.P.- Asegura que la vejez da la libertad de que no existe un después, una edad posterior que juzgue. Desde esta premisa, ¿cómo es su relación con el presente?
R.- Es la única edad que sabe que no será juzgada. Mi relación con el presente es como debe ser. Cuanto menos futuro hay, más poder tiene el presente. De joven, cuando tienes todo el futuro del mundo el presente no vale de nada, te pasas el día proyectando lo que harás. Eso no existe para mí. Si me apuran mucho, hago planes para esta noche. Pero pensar por ejemplo en el verano que viene, al revés, me pone muy nervioso. No quiero perder tiempo hablando de un momento en el que a lo mejor ni existo. Todo esto es muy tranquilizador.