Situada en Cachopos, perteneciente a la localidad de Alcácer do Sal, la antigua Escuela se encuentra fácilmente recorriendo la carretera EN253 en dirección hacia Troia, donde tendría lugar nuestra primera parada para alojarnos en el Hotel Aqualuz y desde donde iríamos a ver los preciosos delfines sobre el río Sado. Pero antes de llegar a los delfines, veréis qué maravillosa comida nos esperaba en A Escola.
La antigua escuela, hoy convertida en un restaurante aún conserva en su interior artículos de la época como mapas aantiguos, pupitres de madera, el encerado o pizarra y los libros de la época cuando funcionaba como una escuela de primaria. Tras tomar un vinito de Oporto como aperitivo, pasamos a degustar los platos tradicionales cocinados con esmero a la antigua usanza.
Así llegamos a la cazuela o guiso de pescado, un delicioso guiso marinero de pescados con patata y un caldo de pescado de roca, similar a las calderetas o los suquet de peix de las costas levantinas pero con acento portugués,
El guiso viene con unos trozos de pan empapado en el caldo, de modo similar a las calderetas aunque más grueso, y trozos de merluza y de mero en buen punto de cocción. Una receta tradicional que merece la pena, aunque lo que está rico de verdad es el caldo, realmente impresionante.
Aún faltaba un último plato, que nos iba a sorprender de verdad: Se trata de una curiosa empanada con la que el Restaurante A Escola ha ganado numerosos premios que exhibe orgulloso en sus paredes.
Finalmente llegó el turno de los postres, un exquisito postre de piñones, y otro más dulce, hecho de zanahorias cubiertas de merengue, que acompañamos con el siempre delicioso café de Portugal, que tanto me gusta en su tamaño pequeño.
Sed felices,