Este espacio ha sido reformado de una manera muy interesante: la pared y techos se decoran con elemento de onda, hecha de singulares piezas de abedul de tres cuartos de pulgada de madera contrachapada adheridos juntos en un escenario que se asemeja a un rompecabezas. Las columnas y el almacen de vino, en el centro de la sala, sirven para mantener la ficción, y parecen estar suspendidos del techo.
Si el eje longitudinal hace hincapié en la superficie sin costuras, las vistas laterales ofrecen una visión estriados en el espacio de servicio y aclaran la ilusión.
Vía
Desde Gijón con amor.
Susana