El restaurante, esta decorado de manera minimalista, es grande, con una entrada de enorme cristalera donde se puede esperar en sus sillones al resto del grupo, mejor dentro que fuera, porque es probable que llueva, claro.
La señorita te recibe y dirige a la mesa muy amablemente, ya que el restaurante es muy grande y consta de 2 salas independientes.
La primera sala tiene muchas mesas y en mi opinión demasiado juntas y muy pequeñas, la verdad es que estaba llenísimo y se veían muchas cabecitas juntitas cuando llegué, pero ya estaba vacío cuando me fui, así que aproveche para hacer una foto, y enseñaros que la zona es muy chula, y decorada con bonitas luces aunque sin exceso de luz, ya que toda la decoración es muy oscura.
La segunda zona es más pequeña, más intima y las mesas más grandes, separadas unas de otras además con cortinillas, como veréis las mesas sois grandes pero solo estábamos 3 personas. Como en el otro espacio, hay poca luz en el ambiente, pera más luz enfocada a las mesas.
Entre ambas salas, está la cocina, se puede ver a los cocineros, es un concepto muy de moda, y que me gusta.
La verdad es que me encantó la comida, os dejo unas fotos para que veáis que buena pinta tienen los platos.
Los langostinos picantes, buenísimos, a mi me encanta el picante y lo soporto bien, al principio no parece que piquen mucho pero luego se va notando cada vez más. Los rollitos japoneses estaban muy jugosos.
Los uramakis, eran muy variados y me pareció que eran ricos y con sabores originales. El yakisoba, fideos a la plancha con verduras, estaba bien pero menos gustoso.
De los platos de carne, el solomillo de buey era muy tierno, y lo sacan en una plancha caliente donde se termina de hacer al gusto. El carpaccio de ternera estaba bueno, pero me resulto un poco decepcionante con respecto el resto de platos, la salsa simplemente no convence.
Y de postre nada mejor que unos canutillos de piña con helado de sésamo
¿Y qué se bebe con este tipo de comida? Yo aconsejo un vino blanco, tienen una amplia selección con precios desde los 14€ la botella, nosotros elegimos un albarino, o una cerveza japonesa, que son muy buenas.
La atención del camarero que nos atendió, fue muy correcta, el chico era muy simpático y amable.
Lo que menos me gustó del local, os vais a reír, pero fueron los aseos, hay que subir escaleras, tienen pinta de ser de un after, todo negro, hasta la taza del wc, con puertas correderas, un gran espejo al frente, un lavabo oscuro y nada para posar el bolso mientras te pintas los labios o te lavas las manos.
Os dejo la web para que veáis donde está y podáis ver la carta y sus precios, www.shibuirestaurantes.com, como veréis la carta esta muy bien explicada porque te pone el nombre del plato y luego en que consiste.
Los platos los pedimos para compartir entre 3 personas, y la verdad, salí súper llena. El restaurante no es barato, pero la comida me encantó.
También hay un Shibui en Barcelona, no he ido, la carta es parecida.
¿Conocéis el Shibui de Bilbao o de Barcelona? ¿Que os parece?