El resveratrol es un activo natural, un polifenol, que se encuentra especialmente en la uva, una planta que lo produce de forma natural como un fungicida o cuando vive una situación de estrés.
Su descubrimiento no es reciente ya que se remonta al año 1940, durante un trabajo de investigación de un científico japonés. Pero no fue hasta el 1977, en que los ingleses Langcake y Pryce descubrieron su estructura, pero todavía tuvo que esperar hasta el año 1990 para ocupar un papel destacado en la investigación médica, al constatar que el resveratrol podía ser la causa del efecto protector del vino negro contra las enfermedades cardíacas.
Algunos estudios han constatado la solución a la “paradoja francesa”, es decir, al hecho de que la población francesa tiene una tasa muy baja de patologías cardiacas pese a que siguen una dieta con un contenido muy elevado en grasa. Su explicación: el alto consumo de vino negro entra la población y por lo tanto, de resveratrol.
La posible utilización del resveratrol en el campo de la prevención del envejecimiento se debe a las investigaciones de los científicos David Sinclair y Leonard Garantee, (candidatos al Premio Nobel por sus descubrimientos sobre el origen del envejecimiento).
Ambos, demostraron que el deterioramiento del organismo se explica por el hecho de que los mecanismos de reparación celular dejan de funcionar, de manera que para frenar el envejecimiento es necesario activarlos estimulando las “sirtuinas”, unos genes que prolongan la vida celular y permiten retardar el envejecimiento. (Ya dedicaré un post sobre las sirtuinas).
El objetivo siguiente en la investigación era descubrir alguna sustancia que aumentase la actividad de las sirtuinas, llegando a detectar que el resveratrol podía activar el gen SIRT 1, conocido como el “gen de la longevidad”, esencial para regular la salud y alargar la vida de las células de la piel.
El resveratrol supone un paso mas en el afán de encontrar el antídoto definitivo para mantenernos jóvenes, y por eso, la industrial farmacéutica y cosmética está usando casa vez más el resveratrol, tanto en forma tópica (cremas, lociones, serums, etc.) como por vía oral (pastillas, cápsulas, etc..).
Combinando ambas formas (tópica y vía oral) se consigue potenciar su acción, ayudando a combatir los signos externos del envejecimiento y a neutralizar los radicales libres, a la vez que reafirma la piel, la nutre y la regenera en profundidad.
Besos desde mi blog!!!