Llamamos retinitis pigmentaria a una enfermedad relacionada a los ojos, específicamente a la retina que se daña cuando sufrimos esta dolencia. Este mal afecta a 1 de cada 4 mil personas en los Estados unidos según sondeos recientes. En la mayoría de los casos se origina de forma hereditaria en la gran mayoría de los pacientes, los síntomas suelen reflejarse en la niñez, pero los problemas más serios se hacen presentes durante la juventud y las primeras etapas de adultez.
Las personas que padecen esta enfermedad manifiestan una baja en la visión nocturna, cuando las luces se apagan el paciente no puede ver prácticamente nada, ni siquiera sombras bien definidas. La visión lateral se pierde lo que provoca que se estreche concéntricamente el campo visual. En pacientes con la enfermedad ya desarrollada se puede llegar a perder la visión central.
No existen tratamientos efectivos para esta enfermedad, a pesar de los avances científicos que cada día logran cosas que uno no sospechaba se podrían realizar, esta enfermedad aún es un debe para la ciencia. Si bien no existe una cura hay terapias alternativas y medidas para prevenir la enfermedad, como por ejemplo el uso de gafas para el sol que ayudan mucho a que la afección se desarrolle lentamente.
Si tu caso es el que marcábamos anteriormente, o sea empiezas a notar algunos de los síntomas anteriormente desarrollados te recomendamos hacer una visita inmediata a tu médico de confianza. En la consulta deberás explicar con lujo de detalles al profesional cuáles son las situaciones que has vivido en los últimos tiempos respecto a la visión.
Además si te encuentras en un estado desarrollado de la enfermedad y ya estás en tratamiento te invitamos a tener en cuenta también las terapias alternativas que se han venido manejando incluso por parte de los profesionales del área médica.