Creo que cuando pensamos en , entablamos una relación directa con los retiros de yoga. Como si no existiera ninguno más. Pero lo cierto es que hay muchos, infinitos, tantos, creo, como actividades existen en el mundo... Te puedes "retirar" a lo que sea. A fin de cuentas, es alejarte de tu rutina, de tu día a día y centrarte en esa actividad concreta que es el motor de ese retiro. Quizá a otras actividades, se les pone otro sustantivo delante-detrás, en el lugar de "retiro", como los surf camp, donde a fin de cuentas... te escapas, de retiro, a surfear. Eso son los retiros.
En mi caso, los retiros que hice fueron de yoga pero justo hace unos días, viví la experiencia (también profesional) de estar en uno de emprendedores y creatividad.
En ambos, te centras en ti, en descubrirte, en ver más adentro, ahondar y dejarte sentir, fluir y observar. Ceñirte a eso que estás haciendo en el lugar y dar lo mejor de ti para hacerlo, vivirlo, exprimirlo... Aunque no hagas yoga, aunque no medites, aunque no te sientes en el pasto a pensar... Estás buscando, ahondando y descubriendo. Son experiencias reveladoras, al menos, yo las viví de este modo.
En esta última "escapada", quería decidir algo en mi vida (nuevamente) y días atrás, en mi bucle personal (que me viene a épocas, sea el bucle que sea), me dije: "Anna, espera. Ya lo verás al regresar". Y sí, así fue. Lo vi estando en él y tome la decisión, que aunque ya estaba tomada de antes, no me atrevía a ejecutar. Puse fecha, concreticé eso que quería hacer y trabajé en ello.
En el anterior también. Me marché a Menorca queriendo limpiar respecto a un asunto. Viajé pensándolo, quizá inicialmente no con la conciencia 100% enfocada en eso pero... queriendo soltar y dejar algo de mi y de mi pasado en Menorca, regresar a Barcelona sin eso. Lo trabajé. Me desconecté el fin de semana totalmente y volví dejando eso atrás.
Y la gente me pregunta, "¿Por qué haces un retiro?". Y yo podría decirles: "¿Y por qué no? ¿Por qué no lo hiciste tu nunca ni te lo planteaste?". Lo cierto es que es una manera de quererme, darme espacio, respetarme, conocerme más y cuidarme, mejorando, siempre. Sobre el yoga, ya os dije cientos de veces, que en mi caso, me cambió la vida y vivir un fin de semana (o los días que sean) más centrada en algo que te beneficia tanto... No veo porque debería plantearme si hacerlo o no. El yoga me dio otra perspectiva de mi misma. Me dejó ver un mejor yo, conocer mis males, debilidades y buscar cómo mejorarlas. En cada práctica te dedicas un tiempo y un momento para ti, de introspección, tanto por el trabajo que haces a solas como el que haces acompañada con las personas que te rodean ya que, la energía del grupo, importa, afecta, ayuda. En el de finales de octubre, Elvira es la vida real, tomando distancia de tu vida, de tu rutina y estrés, de tus prisas y tus obligaciones, puedes ver 100% qué quieres hacer, si seguir en esa rueda y espiral o pisar fuerte y apostar por tu idea, por tu proyecto y ponerte a ello, trabajarlo e ir a por todas. No asistí al retiro para trabajar en mi proyecto personal (del que os hablaré, lo tengo muy pendiente) aunque sin duda estaba ya en efervescencia, muy candente desde hace algunos meses y sin duda, surgió, en prácticamente cada instante, cada segundo... Y se me removió todo, lo que ya venía pensando, cosas que no tuve en cuenta... Todo en definitiva. Os animo a entrar en la web de Elvira para entender más sobre el proyecto pero sin duda se trata de algo bonito, de ahí que fuera un placer asistir, colaborar y trabajar en él gestionando el contenido de redes sociales durante aquellos días. "Sácate una idea de la cabeza y hazla real", reza el proyecto. De eso se trata. De no tener simplemente una idea sino de llevarla a cabo, ir a por ella, hacer realidad tus sueños y proyectos sabiendo cómo hacerlo, sin dar palos de ciego. Ahí estamos muchos y... todos tenemos sin duda grandes y muy buenas ideas. ¡Vayamos a por ellas!
Fotos: Anna Alfaro