La verdad es que siempre voy con un poco de temor, pues ya son casi 20 años de trasplante, aunque no soy la única que padece este nerviosismo y un poco, ...digamos terror.. por lo que nos puedan decir los nefrólogos. Pero una vez fuera de la consulta he dado un largo suspiro de alivio y me he venido muy relajada y alegre.
Se nota que el llevar una vida activa y unos hábitos de vida saludables ayudan mucho a cuidar nuestra salud. Vale la pena tener un poco de cuidado con nuestra alimentación y procurar no abusar de grasas saturadas, sal, alimentos procesados y bollería industriales. No digo que nunca coma de estos productos, pero lo hago con mucha moderación y ocasionalmente.
Otra cosa que me ayuda en mi buena condición física es el ejercicio que practico regularmente.
También me ha comentado la nefróloga que siempre voy impecable y muy bien arregladita y que eso cuenta mucho a la hora de sentirnos bien. Y tiene muchisima razón; no voy a negarlo , soy muy presumida y coqueta, me gusta ir bien arreglada y maquillada, y me gusta cuidar mi físico. Eso hace que me sienta bien conmigo misma, lo que consigue aumentar mi autoestima y aumenta mi sensación de bienestar.
Por eso, las personas trasplantadas debemos cuidarnos mucho para mantener estos órganos que nos han "regalado", en perfectas condiciones durante muchos, muchos años.