Llega la época de floración y con ella, se disparan las alergias. La rinitis alérgica se asemeja a un catarro agudo que suele afectar también al tejido conjuntivo ocular, ocasionando estornudos, picores, incluso ataques de asma, son síntomas muy incómodos que crean una sensación de embotamiento y agotamiento sobre todo en los brotes más agudos.
Investigaciones
El inmunólogo y alergólogo Marc Daëron comentaba en unaentrevista reciente "vivimos en un mundo cada vez más aséptico, desde la industria alimentaria hasta nuestros estándares de limpieza se han ido al extremo, cuando, en realidad, las bacterias son necesarias para activar nuestro sistema inmunológico". En un experimento que realizó con ratones que nacieron por cesárea y vivieron en un espacio aséptico, se desarrollaron sistemas inmunológicos atrofiados.
Las enfermedades infecciosas van disminuyendo mientras que las enfermedades autoinmunes son cada vez más frecuentes, como las alergias. Y está claro que algo tiene que ver la vida moderna; en Africa por ejemplo, según comenta Daëron están creciendo los casos según se adopta la forma de vida occidental.
Origen
La alergia responde a factores genéticos, medioambientales, hormonales y psicológicos, es decir, igual que aparece puede desaparecer; un niño puede ser asmático y llegar a la pubertad y dejar de serlo.
Alimentación
Durante los episodios de rinitis es necesario llevar una dieta rica en líquidos, tomando alimentos con poca sal y sin abusar de los protéicos. Sería aconsejable también llevar una dieta vegetariana al menos durante 2 semanas en la que predominen las frutas y verduras, y sobre todo cítricos, infusiones de rosa silvestre, kiwi, pimientos o grosellas, todos ellos ricos en vitamina C.
Relajación
En algunos casos se asocia un componente de ansiedad que puede controlarse a través de técnicas de liberación de ansiedad, psicoterapia o con ejercicios de relajación o gimnasia respiratoria.