Imagen del protoriñón. Nature
Ya hemos hablado en este blog de órganos fabricados a medida en sistemas completamente in-vitro. La cosa, como no podía ser de otra manera, ha ido avanzando. Este mes la portada de Nature la ocupaba la foto que acompaña el inicio de esta entrada. ¿Bonito verdad? Lo que estáis viendo es una fotografía de microscopía de fluorescencia, donde se han marcado distintos tipos de células con distintos fluoróforos, y es ni más ni menos que un riñón primitivo.Si hacéis un poco de búsqueda en ese baúl de los recuerdos que es vuestra cabezota, recordaréis (y si no os lo recuerdo yo) que los riñones eran complejos órganos encargados de filtrar la sangre, extraer principalmente el amonio en forma de urea (además de otros compuestos, sales y agua) y facilitar su eliminación a través de la orina. Este órgano tien una topología muy marcada, donde en el córtex se sitúan los glomérulos (interfase sangre/riñón) y a medida que avanzamos hacia el centro se extienden las asas y los túbulos colectores. Todos ellos acababan desembocando en el centro del órgano para conformar la uretra que desemboca en la vejiga. Esta es una descripción muy somera de cómo se conforma el órgano, y ahora muchos de vosotros diréis, ya, pero lo de la foto no se parece a nada de lo que has descrito…Y sin duda tenéis razón, porque lo que veis en esa foto es un riñón muy primitivo y aún desestructurado, lejos de ser algo funcional.
Portada de Nature. Noviembre 2015
¡Vaya timo!, pensaréis algunos…pero no. Recapacitad, no será muy timo cuando ocupa la portada de una de las revistas más prestigiosas en ciencia. La noticia viene a que eso que veis en la foto ha sido creado de forma completamente artificial a partir de células madres pluripotentes reprogramadas, las llamadas iPS. También hemos hablado de ellas en el blog (http://biogenmol.blogspot.de/2012/06/reprogramando-celulas.html). Como ya sabéis, cualquier célula contiene todo el DNA necesario para ser cualquier tipo de célula del cuerpo. Lo que ocurre es que según la posición que toma durante el desarrollo embrionario está sometida a ciertos marcadores, citoquinas, etc. que hacen que se diferencie hacia un tipo u otro de célula. Por tanto a partir de una célula madre se puede obtener cualquier otra célula del cuerpo si conocemos qué inductores han hecho que se convierta en una célula del riñón y no una célula del corazón. Parece ser que ese cocktail ha sido descubierto por parte del grupo de Melissa Little que lidera el Laboratorio de Investigación del Riñón en el Murdoch Children's Research Institute de Australia.Es sin duda un gran paso que dará pie al desarrollo de un órgano completo en el futuro, pero mientras eso ocurre los científicos tienen un fantástico modelo con el que probar nuevos fármacos de una forma segura. Además se plantea que estos protoriñones pudieses usarse para transplantes parciales en zonas dañadas de un riñón, sin duda una buena noticia merecedora como veis de una portada en Nature.
Os dejamos un vídeo de cómo van desarrollándose esas células: